Según el diccionario de la R.A.E, un cameo es una "Intervención breve de un personaje célebre, actor o no, en una película o una serie de televisión". Y matizando más, sería: "la aparición breve de una persona conocida en una película o vídeo, normalmente representándose a sí mismo o a un personaje sin nombre que puede tener o no importancia para la trama. Normalmente no aparece en los créditos".
Muchísimos cameos se han hecho en el cine español. Por afinidad con los responsables de la película, por amistad con alguno de ellos, para rellenar una figuración y siempre como un divertimento, nos encontramos con muchos ejemplos de personajes que "salen" sin avisar en una escena de una película. A los aficionados al cine les encanta descubrirlos y conocerlos. Vamos a intentar confeccionar una especie de álbum con los cameos de los que tenemos constancia. No estarán todos, pero siempre se pueden añadir más según vayamos dando con ellos. Manos a la obra:
En la película Esa pareja feliz (1953), JUAN ANTONIO BARDEM director de la película junto a Luis Gª. Berlanga, quiso hacer un cameo (que en realidad son dos). Justo antes y después de que Lola Gaos se precipite por el claustro de cartón piedra al grito de "Muera conmigo el honor de Palencia" podemos verle en dos brevísimos planos, figurando ser un técnico de sonido. Lola Gaos termina cayendo sobre Fernando F. Gómez que exclama: "Me ha caído encima la monarquía". En el doblaje posterior a 1975 se cambió esa frase por otra menos gráfica.
En la misma película, tiene también una aparición ALADY, seudónimo artístico de Carlos Saldaña Beut, un valenciano que triunfó en el Teatro de Variedades, además de hacer Cine e incluso Circo. Su figuración es la del cobrador de una academia de radio por correspondencia en la que se ha matriculado Fernando F. Gómez. Repite su eslogan "a la felicidad por la electrónica" en sus visitas a domicilio. Aquellas academias eran entonces una realidad y una rendija de esperanza para quienes pretendían mejorar su capacitación profesional pero que o no tenían tiempo, o vivían alejados de una academia "al uso".
Algún tiempo después, BARDEM volvió a satisfacer su deseo de "salir" en una película suya. Fue en Cómicos (1954), película ambientada en el mundo del teatro, en la que figura ser un operario.
Se le puede ver al menos en dos tomas: en una está arreglando unos detalles del atrezzo en el escenario, en la otra contemplando una función entre bambalinas.
LUIS GARCÍA BERLANGA se permitió un cameo en el medio metraje Se vende un tranvía (1959) que dirigió Juan Estelrich. Al final de la película, un timador impenitente personificado por José Luis López Vázquez intenta vender un globo dirigible -en el que se puede leer "Caritas. U.S.A."- a un paleto, personificado por Berlanga. Casi le tiene convencido al asegurarle que en efecto, "es bueno para la naranja" pero aparece la policía y el cándido campesino se queda pasmado con la soga del globo en la mano.
También, aunque no es precisamente un cameo ya que su nombre aparece en los créditos, podemos ver a Berlanga en la película Tuset Street, de 1968.
El dramaturgo ANTONIO BUERO VALLEJO tiene dos interesantes cameos en su haber. En la película El arte de vivir (1965) dio vida a un acomodado padre de familia que termina por despedir al joven profesor particular de su hijo porque el chaval no mejora sus calificaciones ni a tiros.
El año anterior había participado en la coproducción hispano-francesa-italiana Llanto por un bandido (1964). Se le puede ver al principio de la película en el papel de escribano que da lectura en una plaza pública a las sentencias de muerte que se van a cumplir allí mismo. Y el verdugo no es otro que LUIS BUÑUEL. Ninguno de los dos nombres aparecían en los créditos.
MARCO FERRERI nos dejó algunas joyas en su época de realizador en España. Y no faltaron cameos. En la película El pisito (1958), el propio Marco Ferreri da vida a Luisito, el dueño del piso alquilado a Doña Martina y que codician Rodolfo y Petrita para poderse casar. Éstos van a visitarle con la esperanza de que les traspase el derecho cuando fallezca la anciana inquilina.
La entrevista es un desastre, pues Luisito (que está genial) arroja un jarro de agua fría sobre las pretensiones de la pareja. Él lo que quiere es "que se muera la vieja" y así poder vender el piso e irse con el dinero a Suiza para ser tratado de no sabemos qué exótica enfermedad. Es un ser mezquino e hipocondríaco que no ha dado golpe en su vida y que se dedica a coleccionar bichos y maripositas.
En la misma película hay otro cameo, apenas visible. Cuando un endomingado Rodolfo acompaña a Petrita -que va vestida de nurse- a la Casa de Fieras del Retiro, en su pluriempleo como cuidadora de un niño rico y consentido. Éste termina lanzando el sombrero de Rodolfo al recinto del oso polar. A la izquierda del grupo hay un divertido ciudadano que contempla la esperpéntica escena: Es RAFAEL AZCONA.
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En su siguiente película El cochecito (1960) hay un cameo "de culto", pero que no vamos a obviar por ser muy conocido. Al despacho del abogado D. Carlos Proharán acuden dos frailes para consultarle algún asunto legal que se traen entre manos. Estos religiosos no son otros que el Guionista RAFAEL AZCONA y el Director CARLOS SAURA. La verdad es que lo hacen muy bien; Se les nota que han convivido mucho con ese tipo de personajes, seguramente desde el Colegio.
Y hablando de religiosos, citaremos otro cameo: Esta vez en la película Se armó el Belén (1970). Paco Martínez Soria interpreta a un cura mayor y casposo que debe actualizarse porque le van disminuyendo los feligreses a toda velocidad.
Visita una parroquia moderna y su asombro no tiene límites: en el templo descubre que están celebrando la Misa con unos chavales que cantan y tocan sus guitarras (incluido un joven negro tocando los bongos); se asoma a la sala de conferencias y presencia un debate sobre Iglesia y Poder.. Y en el estrado, discute que discutirás, vemos a RAFAEL J. SALVIA, autor de numerosos guiones del cine patrio.
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Calabuch (1956) de Luis Gª Berlanga puede no ser una de las mejores películas de nuestro cine, pero curiosamente es una cinta recordada con cariño por muchísima gente. Quizá hay que verla con ojos de niño, para no darse cuenta de que la flota yanqui que aparece frente al pueblo procede en realidad de imágenes de archivo, de que El Langosta hace un pésimo play-back tocando la trompeta, o de que el nombre del pueblo, Calabuch, que aparece en el cielo al estallar el cohete es una transparencia hecha con muchas ganas y pocos medios.
Bien. No nos vayamos por las ramas: El papel de alcalde de tan bonito pueblo lo hizo MANUEL BERINGOLA, responsable de la Foto Fija del film. Beringola era un reputado fotógrafo, que regentaba en Madrid un Estudio Fotográfico con dos de sus hermanos. Estaba en la Calle del Pez.
En el caso de Perico -Pedro- Beltrán (en el centro en la foto) no se trató de un cameo, ni era su primera película, pero sí uno de sus papeles con más protagonismo y buena remuneración: es el soldado Fermín a las órdenes del cabo Matías. Queremos dedicarle una entrada más adelante, quizá la próxima, porque hay mucho que contar de este genial y polifacético cartagenero.
La película Un día perdido (1955), nos narra una historia de monjitas guapas y dicharacheras que, ayudadas por el inefable Pepe Isbert (¿Cuántas veces haría de taxista?) se pasan la película buscando a la madre de una criatura abandonada.
El guión fue obra de NOEL CLARASÓ, prolífico escritor, autor de numerosos guiones cinematográficos que en esta ocasión se dio el gusto de hacer un cameo. Figura ser el jefe de planta de unos grandes almacenes por los que pasan las monjitas; las ayuda como puede en su humanitaria labor.
Nuevamente sale a colación un film de Berlanga: Bienvenido Mr. Marshall (1953). No en balde podemos considerar a Luis Gª Berlanga como un promotor muy aplicado en el juego de apariciones por sorpresa. Y si no, ahí tienen Vds. el "Imperio Austro-húngaro", especie de conejo que sale de la chistera en todas y cada una de las películas del realizador.
PABLO TALLAVÍ dedicado durante años a la Producción, tanto como asistente como jefe en numerosas películas, se lo pasó bomba haciendo de inquisidor del K.K.K. que juzga y condena a Don Cosme, cura párroco de Villar Del Río. Todo sucede en una pesadilla que sufre el pobre cura, traicionado por su subconsciente al haber despotricado contra "los americanos".
Personaje clave de nuestro cine clásico fue JOSE LUIS SAENZ DE HEREDIA Y OSIO, Director, Guionista...y aficionado a hacer apariciones fugaces en las películas que dirigía. De sus cameos, hemos elegido tres. El primero de ellos lo hizo en la película Raza (1941)..
de la que podríamos estar hablando un buen rato, sin olvidar sus dos versiones. Sáenz de Heredia aparece en esta cinta como conductor de un camión. Era muy joven y estaba bastante delgado, pero ahí lo tienen:
En la segunda figuración que queremos destacar también hace de conductor de un camión. Fue en la película El destino se disculpa (1945). Su acompañante es Manolo Morán, al quien también queremos dedicar una entrada.
Y por último, también con unos años de diferencia, le encontramos haciendo de periodista en Todo es posible en Granada (1954). A comienzos de los 80 se hizo una nueva versión que incorporaba a Manolo Escobar. Los tiempos cambian y los gustos también.
La película Historias de la Televisión (1965) siguiendo el formato que ya marcara su precedesora Historias de la Radio (1955), constaba de tres diferentes relatos, todos ellos relacionados con el mundo de la televisión.
En la tercera y última historia, una jovencísima chica ye-ye a la que da vida CONCHITA VELASCO se planta en Madrid con la intención de triunfar en un concurso para músicos noveles. La acompaña en sus actuaciones un grupo llamado "Katy y los tres caballos", según se lee en el estampado de sus camisetas, pero escrito en inglés. Les recomendamos que vean Vds. la secuencia de su actuación: Admirarán a una guapísima Conchita Velasco y comprobarán que es la única vez que se ve bailar a alguien al estilo de aquella época sin sentir vergüenza ajena.
Otro nombre de peso en la historia del cine patrio es el de JUAN DE ORDUÑA FERNANDEZ-SHAW. A lo largo de sus 74 años de vida hizo de todo: dirigió, escribió guiones y actuó en 20 películas, mudas y sonoras, propias y ajenas. Después de la guerra civil se convirtió en el director favorito del público, triunfando con películas folklóricas, comedias de teléfono blanco y unas tremendas adaptaciones históricas, de la España imperial o de la España fratricida. Para comprender su popularidad, recordaremos una secuencia de Esa pareja feliz (1953): Fernando F. Gómez está en el cine de su barrio con Elvira Quintillá. Mientras cenan sus bocadillos, él le va explicando a ella cómo se filma esto, qué es un travelling, como se hace aquello...hablando de lo que sucede en la pantalla con la suficiencia y el conocimiento de quien trabaja en unos Estudios cinematográficos. Los espectadores de alrededor piden silencio, se produce algo de alboroto y uno de ellos replica: "¡El Juan de Orduña éste, que lo quiere explicar todo!"
Al comienzo de la película Zalacaín el aventurero (1955), dirigida por él mismo, aparece como periodista entrevistando al escritor Pío Baroja.
A menudo se cita como un cameo su aparición, junto a personajes famosos del momento, en la película Fin de curso (1943) de Ignacio F. Iquino. La historia transcurre en Barcelona. En una sala de fiestas, además de dar la entrada a un artista, el presentador se permite señalar al público la presencia en la sala de varios personajes del mundo del cine: Isabel de Pomés, Fernando Fernán Gómez, José Isbert... y Juan de Orduña. No hemos podido conseguir las imágenes.
Y a propósito de la mencionada película, sí disponemos de un fotograma en el que aparece ENRIQUE JARDIEL PONCELA acompañando a la actriz Marta Flores (Marta Mateos de Paz) en el momento de entrar ambos en la mencionada sala de fiestas. Es la única aparición del escritor en una película. Por cierto, que lo de Marta Flores sí fue un cameo. Bien por esta valiente y polifacética actriz catalana, adelantada a su tiempo.
El cura que inopinadamente entra en el Banco en Atraco a las tres (1962), cuando todos los empleados (y los espectadores) esperan que sean los fingidos atracadores quienes aparezcan para apoderarse del dinero, lo encarnó gustosamente MIGUEL MARTIN ORTEGA, guionista, director y también actor ocasional. En otra Entrada nos gustaría profundizar un poco en esta película, muy valorada por el público español, excelente trabajo de nuestros actores de reparto y fiel retrato del mundo bancario del momento y la sociedad en general.
Dos cameos podemos señalar en El hombre que viajaba despacito (1957), película con un reparto muy variado y a veces sorprendente. Desde luego, fue un film para lucimiento de Miguel Gila, que en aquel momento gozaba de una enorme popularidad. Finalmente la película fue un fracaso y no tardó en desaparecer de las carteleras. Si alguien tiene la suficiente curiosidad, existe en la Red una Entrada del Blog Lady Filstrup, tercera época, dedicada al film en cuestión. Un trabajo minucioso y entusiasta con la firma de Los Burgomaestres. En el reparto hay apariciones interesantísimas como -por citar un ejemplo- Tota Alba y su madre, Josefina Bejarano haciendo de gitanas. Pero hay mucho más.
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El primer cameo que queremos destacar es el de JUAN ESTELRICH, Director de cine con intervenciones como Ayudante a la Dirección. Trabajó con los mejores. En la foto aparece, haciendo de camarero, entre Margot Prieto y el propio Miguel Gila.
El otro cameo, cuyo descubrimiento es de justicia atribuir al mencionado Blog de Los Burgomaestres, es el de JUAN HERNÁNDEZ PETIT. Autor de libros de vidas ejemplares y guiones radiofónicos que después ponía en las ondas Fernando Fernández de Córdoba, a quien ya nos hemos referido en alguna otra entrada. La aparición de Hernández Petit puede atribuirse casi sin margen de error, a su amistad con el productor Santos Alcocer, tan afecto al Régimen como él. En la película da vida a un médico en una breve aparición. Y terminamos enviando un agradecido saludo con destino a... El Escorial.
La película Segundo López, aventurero urbano (1953), ópera prima de su directora Ana Mariscal, es una rareza digna de ser mejor conocida. Fue repetidamente martirizada por la Junta de Clasificación y censura que en un primer momento la calificó como de tercera categoría, condenándola así al olvido y a no recibir la más mínima ayuda. Presentada una y otra vez y mutilada (pasó de once a nueve rollos) consiguió finalmente la clasificación "de segunda". Y todo porque la película ponía en un primer plano y en clave neo-realista, al Madrid pobre y a sus gentes, los recogedores de colillas, los gorrillas (¡no son un invento de ahora!) las pensiones, los pobres. El frío. Y también porque la Directora era una mujer. La cabaña franquista ya tenía bastante con el antecedente de Rosario Pino.
La escasez de medios económicos y la amistad con unos y con otros hizo que en la cinta apareciera un buen número de personajes de la cultura. También detrás de cada uno de sus principales intérpretes hay una historia curiosa. Ahí están Ana Mariscal, Severiano Población o Martín Ramirez alias Chirri, para demostrarlo. Vamos, que lo que tienen que hacer Vds. es verla y saborear su regusto a Milagro en Milán (1951) en plan castizo.
En la película aparece, en dos ocasiones, el escritor de la propia obra y del guión de la película: LEOCADIO MEJÍAS haciendo de eso, de escritor trabajando en la mesa de un café. En los mismos paños encontramos a CARLOS FERNANDEZ CUENCA, crítico de cine del Diario Ya. A menudo se cita también la aparición del periodista ANGEL A. JORDAN.
Segundo y el Chirri, deambulando de aquí para allá, irrumpen en el rodaje de una película. El Director de la misma resulta ser MANUEL MUR OTI y la película en cuestión un drama decimonónico con duelo a pistola incluido. Segundo es contratado como extra y al terminar su trabajo se queda con la chistera, que paseará por todo Madrid hasta el final de la película.
Otro cameo curioso es el que hizo el Director MANUEL,MANOLO SUMMERS en la primera parte de su película Del rosa al amarillo (1963). Se trata de un plano largo, en el que vemos a Margarita comunicándose desde el balcón de su casa con Guillermo, que está abajo en la calle. La abuela de Margarita sale para romper el idilio y hacerla entrar.
Summers quiso disfrazarse para hacer de abuelita, y así se rodó. Su figuración tiene algo de Psicosis (1960) o para no irnos tan lejos, de El extraño viaje (1964).
La película Operación Plus Ultra (1966), fue una producción a todo color para aprovechar el fenomenal tirón de audiencia que tenía el programa radiofónico del mismo título. Recordamos a los lectores que el programa, promovido por una serie de Emisoras de Radio, seleccionaba un grupo de niños, procedentes de varios países, que se hubiesen distinguido por su intervención en algún hecho heroico, por cuidar abnegadamente a familiares enfermos o por haber demostrado la necesaria entereza ante las adversidades.
Los organizadores premiaban a los niños seleccionados con un recorrido por varios países, incluida una visita al Papa de Roma, para lo que contaban con la colaboración de la -entonces- exclusiva "Iberia, líneas aéreas de España". En la película hay un niño que muestra interés por el Real Madrid. Don SANTIAGO BERNABEU aparece sentado en su despacho atendiendo la llamada de los organizadores de la Operación Plus Ultra y poniendo al Real Madrid a los pies de los pequeños héroes. ¡Faltaría más!. Simpático detalle.
No hay que olvidar otro célebre cameo que aparece en la película Vida en sombras (1948). En ella trabajó de Ayudante de Dirección un joven Pedro Lazaga, que como seguramente sabrán Vds. dirigió 93 títulos y también fue el guionista en 23 ocasiones. En la película, se prestó para aparecer como "El mago español Pedrito, aventajado discípulo de Méliès" en una secuencia en la que, haciendo de prestigitador saca de su chistera nada menos que un bebé recién nacido:
Y hasta aquí nuestro Album de Cameos. No se trata de una Entrada cerrada. Iremos incluyendo los que nos salgan al paso. O los que alguien nos proponga. Hasta pronto.!
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