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LAS CORRALAS EN MADRID. CINE Y ARQUITECTURA.


                Este no es un Blog sobre Arquitectura. De modo que no pretenderemos dirigir los focos sobre aspectos como urbanismo, edificación o funcionalidad al hablar de las corralas porque no es lo nuestro. Pero algo hemos de decir sobre la historia y posible justificación de su numerosa existencia en el Madrid castizo, aunque no sean exclusivas de esta ciudad. Los personajes habituales de nuestro cine clásico, pertenecientes por lo general a las clases más humildes, cuando no del lumpen o la mendicidad, aparecen retratados a menudo como habitantes de estos particularísimos micro-cosmos. 



  

        Su primera característica es que se trata de una construcción popular, es decir, destinada a ser habitada por el pueblo llano y  las gentes de estratos aún más bajos. La segunda, que su construcción se produjo sobre todo en los siglos XVII, XVIII y XIX. Las primeras corralas datan del siglo XVI, cuando se estableció en Madrid la capital de España.




     La tercera característica es su composición: son casas con  corredores, viviendas dispuestas pared con pared, alineadas frente a un pasillo o corredor al que se abrían sus puertas y alzándose el conjunto alrededor de un patio central con salida a la calle; tal salida consistía en un portalón, precedido de un corto pasillo, cuyo cierre y vigilancia nocturna estaban a cargo del Sereno. Los habitantes compartían elementos comunes como lavaderos o letrinas, en algunos casos situadas en el patio. También en éste se alineaban más viviendas. El acceso a cada planta estaba previsto por medio de escaleras cubiertas o semi cubiertas, en muchos casos, de madera.
     Como consecuencia de la avalancha migratoria de gentes que se desplazaban a la capital, su construcción se convirtió en un negocio, pasándose por tanto de las habituales tres o cuatro alturas a las casi diez, dotándose a cada planta de los correspondientes elementos sanitarios, a compartir por los vecinos de cada una de ellas. Más tarde en posteriores edificaciones se instaló en cada vivienda lo que llamaríamos el baño, o sea, un simple retrete, sin lavabo. Fenómenos como la especulación que provocó el traslado de la Corte o el de construir gastando lo mínimo para ganar el máximo (algunas viviendas tenían entre 30 y 40 metros cuadrados) no sonarán tan lejanos a nuestros lectores. Hay cosas que no cambian. Esto nos lleva a otra de las características: la escasez de espacio de dichas viviendas, los delgados tabiques (de panderete en español de la Academia) y la nula privacidad y aislamiento, provocaban una falta de intimidad que los vecinos hacían más llevadera a base de solidaridad, extroversión y al hecho de compartirlo todo, como los corredores o el patio; las puertas abiertas cuando hacía buen tiempo daban la sensación de una mayor amplitud. Y más espacio para el juego y diabluras de los niños cuyo cuidado era  una responsabilidad compartida por todos.

        

        Quizá sorprenda a los no madrileños que en 1985 existían todavía unos 400 edificios denominados corralas, repartidos principalmente por los barrios del Rastro, Lavapiés, Embajadores, Malasaña y Vallecas. Pero atención: No se debe confundir un edificio con corredores con una corrala. Se parecen, pero no son lo mismo. Respecto a su protección, diremos que en 1976 entró en el debate público la demolición de un inmueble muy famoso del barrio del Lavapiés.

         De corralas las hay muy famosas. Restauradas o no, convertidas en Centros Oficiales o en establecimientos exclusivos y declarada alguna de ellas como patrimonio nacional, son un ejemplo de cómo vivían las clases populares de Madrid. Y si esta introducción ha estimulado su curiosidad, pueden Vds. encontrar de todo en la Red. En su día, maestros como Galdós o Baroja, buenos conocedores de Madrid y sus entresijos, escribieron retratos al natural de las corralas y sus habitantes. En el cine clásico español aparece un buen número de ellas pero nos detendremos únicamente en una muestra compuesta por varios films en los que la corrala es algo más que un escenario.  

        Vamos a empezar por la película más antigua. Se trata de El sexto sentido (1929) película experimental, lógicamente silente, considerada de culto y dirigida por Eusebio Fernández Ardavín y Nemesio  Manuel Sobrevila. Su argumento nos cuenta la relación de dos amigos, Carlos y León con un conocido común: Kamus, enigmático personaje que se ha comprado una cámara de cine. 


                         

         
            Para filmar la vivienda de uno de los protagonistas, se utilizó el escenario natural proporcionado por una antigua corrala, situada al parecer en los alrededores de Cibeles y Callao. Los fotogramas no muestran una visión general, pero sí la realidad sin maquillaje alguno de alguno de sus pisos.





                En la primera parte de la película Nuestro culpable (1938) rodada en Madrid en plena Guerra Civil y dirigida por Mignoni,  (muestra del cine libertario promovido por la CNT), aparece una corrala en la que vive el protagonista. Se puede ver cómo en ocasiones se instalaban en su interior pequeños negocios, como un zapatero remendón que ejerce en un bajo del patio. También es un buen ejemplo, suficientemente veraz, de cómo la vecindad aprovecha y comparte el espacio común para celebrar en él festejos varios. En esta ocasión se trata de un banquete de bodas. Para la ocasión, se adorna el patio con farolillos y cada uno aporta el mobiliario preciso para el banquete. No tenemos constancia de dónde se filmó.


Nuestro culpable. 1938.



                    Rojo y negro (1942) la controvertida película de Carlos Arévalo nos muestra en sus primeras secuencias, la vivienda en la que habita uno de sus protagonistas, todavía niño. Se trata de una corrala madrileña que no hemos podido identificar, pero que tiene bastante similitud con otras de la época, como la Corrala de Fernández de la Hoz.





             Surcos (1951) de Nieves Conde, una de las mejores películas de nuestro cine clásico, narra las peripecias de una familia que en los años cuarenta abandona el campo para marchar a Madrid en busca de una vida mejor. Cada miembro de la familia, el padre, la madre el hijo mayor y los dos hijos más jóvenes, chico y chica,  sufrirá los efectos del cambio de vida al que se enfrentan, en una ciudad dura y cruel, llena de trampas y penalidades que al final les hará considerar el regreso al pueblo.
 



               A su llegada a la capital son acogidos temporalmente por unos familiares que viven en una corrala. Cuando llegan a ésta, un grupo de pilletes ociosos no tarda en olfatear el aspecto de pueblerinos que les delata al ir  cargados con sus maletas, cestos y un pollo vivo. Les arrebatan el animal y lo arrojan al patio, donde se produce una gran algarabía. Se trata del primer golpe traicionero que habrán de sufrir.  La corrala en la que se efectuó el rodaje estaba situada en la Calle del Ave María del Lavapiés. Sabemos por testimonio de Nieves Conde que la corrala fue reconstruida en parte, para poder rodar algunas secuencias....    






            Surcos es una película carismática por muchos motivos. Si no expresamente, su mensaje pretendía disuadir a la ingente cantidad de españoles procedentes del campo que acudían a las ciudades en busca de una vida mejor: Un texto sobreimpreso en el comienzo de la película, lanzaba un mensaje semi-oficial al respecto. Si reflexionamos, ahí empezó la España vaciada. Aunque el film ya se ha tratado en numerosas ocasiones, no descartamos ocuparnos de él y de su Director más adelante. Para quien tenga interés en observar mejor la corrala y su ambiente, tanto los elementos comunes como la vivienda, nada mejor que ver la película, a la que dedicaremos una Entrada específica. 


               Del año 1953 son las dos siguientes películas de las que nos vamos a ocupar. La primera de ellas, Esa pareja feliz, dirigida por el tándem Bardem-Berlanga, nos narra las peripecias de Juan y Carmen, una humilde pareja de recién casados. Además de asistir a las muchas trapisondas por las que pasan para salir adelante y de poder seguirles muy de cerca en su vida cotidiana, se da la circunstancia de que ganan un concurso promovido por el jabón Florit que les convierte por un día en "La pareja feliz", traída y llevada con todos los honores por todo Madrid.




            Sus protagonistas habitan como realquilados en una casa perteneciente a la corrala denominada Casa Pané, a la que se accedía por la calle General Porlier. También esta película tiene su Entrada específica en el Blog.       

  





            La otra película de aquel año fue Así es Madrid. Nos muestra el cómo la tranquila vida de los habitantes de una corrala se ve alterada por la llegada de un individuo -Antonio- que vive al margen de la Ley. Se encapricha de una vecina pero tontea con la hermana de ésta para provocar sus celos, utilizándola además para sus turbios manejos.


 



            Sabemos que se rodó en escenarios naturales, y que la corrala en concreto pasó antes de la filmación por las hábiles manos de un extraordinario decorador: Luis Parrondo. No obstante, no hemos podido localizar el emplazamiento de la misma.

            Continuando con el orden cronológico que nos hemos impuesto, toca ahora hablar de Muerte de un ciclista (1955) dirigida por Juan Antonio Bardem. De esta película también se ha hablado largo y tendido por su significación en aquel momento y su peso en la historia de nuestro cine. Aunque no se libró de las presiones de la Censura que exigió un final ejemplarizante, narra los amores adúlteros de una mujer de la alta burguesía y un profesor de Universidad. En una de sus escapadas, atropellan mortalmente a un ciclista y por temor a que se descubra su romance deciden ocultar lo sucedido.




            El profesor, interpretado por Alberto Closas, movido por los remordimientos se deja caer por la vivienda familiar del muerto para, haciéndose pasar por periodista, interesarse por la mujer e hijos de la víctima. La casa es una más de la corrala a la que se accedía por el número 18 de La Ronda de Toledo.






                1956 fue el año en que se estrenó El expreso de Andalucía, dirigida por Francisco Rovira Beleta. El argumento, versión libre adaptada a los años cincuenta de un doble crimen perpetrado por unos maleantes en 1924, nos narra el asalto al vagón correo del mencionado tren, en el que participan un pelotari fracasado, un estudiante poco aplicado -hijo de un ferroviario- y un delincuente de poca monta. A esta película de género policíaco, muy bien hecha por cierto, no le faltan ninguno de los elementos característicos del género. 
 


                
            Tiene el interés añadido de reflejar con suma fidelidad el ambiente y las gentes que pululaban por la zona del Rastro, en ocasiones filmando con cámara oculta o siguiendo los movimientos de los actores y de todo aquel que estuviera dentro de plano en aquel momento. La corrala en la que transcurre parte del film y en la que se produce el desenlace final, estaba situada cerca del Rastro, con acceso por el número 105 de la Calle Toledo.







 
            En el año 1957, Joaquín Romero Marchent presenta su película Fulano y Mengano. El argumento tiene su aquel: Los protagonistas, Carlos y Eudosio, salen de la cárcel donde han cumplido la pena que injustamente se les impuso por un delito no cometido y pasan por mil penalidades para conseguir trabajo y una vida digna, ya que todo el mundo les rechaza. 




                
Las escenas que nos interesan en esta ocasión, se filmaron en la corrala situada entre las calles del Rosario y San Bernabé, con entrada por ésta última. 




            Sigamos adelante: Llegamos al año 1958, año en el que se estrena la celebérrima El pisito dirigida por Marco Ferreri. La cinta es un guiñol tragicómico que tiene como telón de fondo el problema de la vivienda, verdadero motor de las aspiraciones y manejos de todos los actores-títere, principalmente de Rodolfo y Petrita, eternos novios por no poder acceder a una vivienda y casarse. No fue la única película de la época que puso en evidencia el problema, pero sí la más agridulce y popular. Les hablaríamos de su magnífico reparto, de que fue la película revelación para Mary Carrillo y José Luis López Vázquez, del guión de Rafael Azcona...pero mejor véanla. Nosotros le dedicaremos una Entrada tal y como se merece.

 


                
Hemos seleccionado dos fotogramas de esta película. El primero de ellos, el de la izquierda, muestra la vivienda donde habita Rodolfo, aunque no estamos seguros de que estuviese ubicada en una corrala. Ese piso cuya inquilina titular es doña Martina (genial Concha López Silva) presenta una distribución bastante amplia, aunque todo tiene un aspecto pringoso. La fotografía de la derecha corresponde a la corrala donde Petrita vive recogida por su hermana, en un piso de mínimas proporciones y máxima ocupación ya que tienen hasta un realquilado paralítico con su correspondiente silla de ruedas. Se filmó en la corrala de Juan de Urbieta.







                                 Y llegamos a los años sesenta. Don Lucio y el hermano Pío, dirigida por Nieves Conde en 1960 y protagonizada por Pepe Isbert y Tony Leblanc es una tragicomedia con final feliz. El hermano Pío es un limosnero que gestiona por encargo de las monjitas de un orfanato la recogida de donativos entre las clases acomodadas madrileñas. Su trabajo consiste en llevar a los domicilios de estas gentes una antigua y muy popular imagen del Niño Jesús que despierta la devoción de todos. Deja el "Niño" unos días en el domicilio de los benefactores que a cambio le entregan sustanciosos donativos para el sostenimiento del orfanato. Un delincuente de poca monta (Tony Leblanc que siempre bordaba los papeles de caradura) le roba la imagen y la lista de visitas para, haciéndose pasar por limosnero sustituto, ir de domicilio en domicilio apoderándose de los donativos. Al final todo se solucionará gracias al fervor de los modestos habitantes del edificio en que reside la familia del timador, construcción ya moderna pero que de algún modo recuerda el antiguo concepto de comunidad popular.  




          Siempre que el hermano Pío se desplaza a Madrid para cumplir con su misión, se aloja en la Posada del León de Oro, antigua corrala situada en el número 12 de la Cava Baja y convertida ya por aquel entonces en hostal. También hubo en ella un guarnicionero y estaba junto a los restos de la muralla cristiana del Siglo XII. Los tres primeros fotogramas corresponden a la mencionada Posada. La última, a la mencionada más arriba.










                La busca (1966) adaptación de la novela de Pío Baroja dirigida por Angelino Fons, nos muestra el Madrid de 1900. Un joven de provincias que se desplaza a la capital con la intención de ganarse el sustento, será el guía que nos llevará por los entresijos de Madrid, primero desempeñando diversos oficios sin demasiado porvenir y después, dada su falta de carácter y rodeado de miseria y malas compañías terminará por incorporarse al mundo de la delincuencia y la prostitución.



            El autor de la obra original situó parte de la acción en las viviendas existentes en el Corralón del Tío Rilo. Para el rodaje del film hubo que utilizar una edificación de parecido aspecto y antigüedad. 





            Cambiando totalmente de registro, nos referiremos a La niña del patio (1967) dirigida por Amando de Ossorio. Con un argumento facilón para el lanzamiento de una estrella infantil (Rocío), no se escatimó en el reparto ya que intervienen también figuras como Estrellita Castro y el popular Juanito Valderrama, ya mayorcitos,   así como Pepe Blanco y Dolores Abril. Si se animan a repasarla, a ver si son Vds. capaces de descubrir a una jovencísima Victoria Vera que ni siquiera aparece en los créditos. 




            En su argumento, pelín surrealista, los habitantes de una corrala han prohijado entre todos a una criatura abandonada que crece exhibiendo unas innegables facultades artísticas. Sabedores de que la casa ha cambiado de dueño (a manos de un extranjero, nada menos) y que pueden ser desahuciados, deciden convertir la corrala en una especie de parque temático folclórico. La corrala no hemos podido identificarla y quizá los elementos originales han sido ligeramente maquillados. Pero como corrala, ahí la tienen de ejemplo:








                Terminamos este repaso saliéndonos excepcionalmente del cine y de la época que habitualmente abarca nuestra tarea. La excelente serie de Televisión Española, Fortunata y Jacinta, dirigida en 1980 por Mario Camus y basada en la obra homónima de Benito Pérez Galdós, también puede servir de ejemplo para nuestro propósito. Para quienes ni hayan visto la serie ni hayan leído el libro, diremos que aparece una corrala en una de cuyas viviendas fallece una mujer, alcohólica y trastornada,  personaje secundario en la narración. En las idas y venidas de unos y otros para socorrerla y llevarle el viático, se puede contemplar el edificio y algo de la vivienda.
           
 


           En una entrevista concedida años después del estreno por una de las actrices protagonistas, ésta contaba que las escenas fueron rodadas en una auténtica corrala, ya desocupada, y que le constaba que había sido demolida poco tiempo después. Siempre nos quedarán las fotografías.



           En su novela, el autor presentó un vivísimo retrato de cómo vivían los madrileños de finales del Siglo XIX en éste y otros tipos de viviendas, desde la miseria a la opulencia. Este año en que se ha cumplido el centenario de su fallecimiento, Benito Pérez Galdós no ha podido recibir el homenaje popular y oficial que se merecía. Parece una burla del destino que uno de nuestros escritores más preclaros y universales haya sido nuevamente relegado a un segundo plano y de algún modo, ignorado. 





            Queremos agradecer a nuestro amigo Jesús García Molina la aportación de sus experiencias y recuerdos infantiles, ya que vivió con su familia en una de estas corralas durante los primeros años 50 del pasado Siglo. 
             




ESTRELLAS FUGACES: ANTONIO CUMELLAS

 




          

            Como es bien sabido, durante los primeros años del cine sonoro en los que aún no se dominaba la técnica del doblaje, los Estudios cinematográficos de los Estados Unidos estuvieron contratando a actores europeos para, una vez rodado un film en inglés, cambiar el Director y los actores y volver a rodar la misma película en otra lengua. Se utilizaban los mismos medios materiales: el plató, el guión, los decorados, las secuencias de exteriores, las actuaciones de los extras...y de este modo la nueva película se podía vender en países de diferente idioma, sobre todo en el ingente mercado hispanoamericano. También en Europa hicieron lo propio, como se verá, con actores y directores alemanes, franceses o italianos. Con todo ello se conseguía un doble objetivo: el público acudía a las salas a ver a sus actores favoritos y además podía escucharles hablando en su propia lengua.

              Teniendo en cuenta que todo esto sucedió desde finales de los años veinte a los primeros años treinta, se establecieron unos Estudios cinematográficos en Joinville, París, por razones prácticas. Hubo actrices y actores de diversos países que se desplazaron únicamente a Francia, pero una multitud de ellos viajó a los Estados Unidos. Cada uno permaneció en aquel país en función del contrato que justificase su estancia, normalmente de una duración de tres meses, renovable hasta donde quisiesen la Productora o el éxito de público. Hubo quien tuvo que volver al poco tiempo y también quien estableció en los Estados Unidos su residencia permanente.


Conchita Montenegro.

               

             Nuestra lista de españoles en aquel Hollywood (que incluimos al pie) abarca unos cien nombres y de entre ellos pueden señalarse casos que ejemplarizan las circunstancias antedichas: Juan de Landa, Rafael Rivelles o Roberto Rey volvieron trayendo consigo fama, dinero y experiencia; otros triunfaron como Conchita Montenegro o Luana Alcañiz, permaneciendo en Hollywood mucho tiempo; otros se quedaron para siempre como Xavier Cugat, Luis Alberni o Antonio Moreno, por citar algunos casos; y otros volvieron al poco tiempo, expulsados al finalizar su contrato, con los sueños rotos y los bolsillos vacíos. Este es el caso del personaje que nos ocupa. Y conforme a nuestra costumbre, sólo contaremos de él aquello que nos conste como probado o al menos probable.


María Alba.

            Antonio Cumellas Alsina había nacido en Barcelona el once de mayo de 1908. Estudió en los Escolapios de Sarriá y a los 18 años de edad se inscribió en un concurso de fotogenia promovido por la Productora norteamericana Fox y difundido en España a través del diario El día gráfico. El premio para los ganadores consistía en un contrato temporal para viajar a Hollywood y participar en el rodaje de un determinado número de films.


El día gráfico. Noviembre 1926.


             El concurso se falló en Diciembre de 1926 y los ganadores fueron María Casajuana Martinez (que tomó el nombre artístico de María Alba) y Antonio Cumellas Alsina. María Alba personifica bastante de lo expuesto anteriormente: participó en el rodaje de 25 films y se quedó en los Estados Unidos donde se casó, obtuvo la nacionalidad y falleció a los 86 años. Volviendo al concurso: los ganadores saldrían de viaje hacia Hollywood seis meses después, en junio de 1927. Durante ese tiempo, la prensa y en especial las revistas de cine se ocuparon largamente de los ganadores:


                 


                 El número 790 de la revista El cine (arriba reproducido y publicado en Junio de 1927), además de dedicar a Antonio Cumellas la portada de la misma, incluía una entrevista -una larga charla- de nuestro joven agraciado con el Director de la revista. De dicha conversación se pueden entresacar los siguientes fragmentos de interés: "El elegido por Fox es un muchacho simpático, fino, elegante, cordial. Hablando con él da la sensación de un joven educado y discreto, al tanto de los mayores refinamientos sociales. A la legua revela un hidalgo abolengo". Preguntado por cuándo surgió en él la idea de ser artista cinematográfico, responde: "No sé cómo contestar a su pregunta. "En realidad yo no había pensado nunca ser artista de cine. todo ha sido pura casualidad".  Al insistir el entrevistador, confesó: "Le diré: Alguna vez he oido referir a mi familia, que siendo muy pequeñito -antes del año- me negaba a pasar por todo lo que estuviese mal presentado o mal hecho. Y por lo visto mi nodriza, comentando lo que llamaba "mis inclinaciones aristocráticas" solía decir : "Este chico ha nacido para gran señor, para artista de mucho empaque". Finalmente, admite que no es un cualquiera y que tiene detrás una familia nada deslumbrada por su inminente futuro: "Mi mayor pena es el disgusto que forzosamente he tenido que dar a mi padre...a los míos". Admite que sus padres se oponían a su marcha por considerar Hollywood un lugar de perdición y vicio. Y finaliza diciendo que espera "poner el nombre de España lo más alto que pueda". 


Antonio Cumellas en 1927.


            Teniendo en cuenta la intención periodística del artículo y una vez separado el grano de la abundante paja, podemos concluir que se trataba de un muchacho de clase acomodada o perteneciente a la alta burguesía, bien educado, atractivo, con amistades mundanas, y ocioso, si tenemos en cuenta que no menciona ningún trabajo o estudios universitarios.

 

Portada de la revista El Cine en la Antonio
 aparece charlando con el actor Victor Mc. Laglen.

            No tuvo Antonio Cumellas la misma suerte que su paisana María Alba. Aunque al parecer su llegada a Los Angeles y sus primeros pasos contaron con el buen hacer publicitario de la Fox, lo cierto es que no llegó a participar más que en cuatro films y siempre con papeles de poca importancia hasta el punto de que nos ha sido imposible aportar algún fotograma ilustrativo de su desempeño individual. Las películas fueron: En primer lugar, En nombre de la amistad (1930), con la actriz española Luana Alcañiz como protagonista (Llama la atención el hecho de que la primera película se estrenara más de dos años después de su llegada a los Estados Unidos)...


Luana Alcañiz.


    



             ...y durante 1932 Los siguientes títulos: el melodrama bélico Soñadores de Gloria y otro melodrama, éste de alcoba: Marido y mujer, protagonizado por otra famosa actriz española: Conchita Montenegro. Concluirá su actividad en Hollywood en 1933 con una película de temática similar: Dos noches, de nuevo protagonizada por Conchita Montenegro y como siempre, con más españoles en el reparto, como el caso de José Crespo.               


                                                 

                                          
             
                                                              


            De lo insignificante que fue la corta carrera de Antonio Cumellas dan fe la poca importancia de los papeles que desempeñó en sus cuatro únicos films. Sólo disponemos de los fotogramas publicitarios de  Dos noches y en ellos nos cuesta reconocer su fisonomía. Agotado su permiso de residencia y como muchos otros en su caso, pasó a México y desde allí volvió a entrar ilegalmente en los Estados Unidos. Fue pillado in-fraganti y expulsado. Varias fuentes coinciden en que la actuación del actor español José Crespo fue decisiva al ayudarle a regresar a España, pagándole el pasaje y facilitándole algún dinero. Crespo, perfectamente afincado en Hollywood, estaba en lo más alto de su carrera. Era además amigo de Chaplin, Douglas Fairbanks, Dolores Del Río o Gary Cooper. Con un físico parecido al de Cumellas, él sí triunfó hasta ser considerado el sucesor de Rodolfo Valentino. Participó en 38 films, a menudo como protagonista.

        Señalemos bien la fecha: Antonio Cumellas regresa a España en 1933. Y comienzan las incógnitas mezcladas con desgraciadas noticias. No sabemos qué hizo al llegar: si pasó por Barcelona para ver a su familia, cosa lógica tras cinco años de ausencia y los pormenores de su marcha a Madrid, cuándo y por qué motivos. Quizá hizo las dos cosas, y quizá intentó volver a introducirse en el mundo cinematográfico. Pero a partir de aquí los datos que aportamos sí están contrastados históricamente. Entre los meses de Agosto y Octubre de 1936 nuestro hombre fue detenido en Madrid, conducido a las dependencias conocidas como la "Checa de Atadell" y más tarde asesinado. Sus restos, procedentes de la llamada Fosa del Cementerio de la Almudena, de la cual fueron exhumados, se  trasladaron al mausoleo Del Valle de los Caídos entre los meses de julio y noviembre de 1961, certificada su autenticidad bajo el número de registro 1349/2009 del actual Ministerio de Justicia en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. 
            
        Existe en la Red un extenso trabajo sobre la "Causa General" y sobre la checa de Atadell en particular. Incluye imágenes de algunas de las personas asesinadas durante el período de actividad de dicho centro de internamiento. Entre esas imágenes se puede contemplar la de un cadáver, marcado con un número -el uno- que podría ser el de Antonio Cumellas, aunque se le atribuye otro nombre, seguramente por los datos a los que en su día se pudo tener acceso. Esperamos se nos excuse por no reproducir la mencionada fotografía: falta la evidencia y sobraría el detalle macabro.
        
        Adjuntamos como anexo nuestra lista de actrices y actores  españoles que marcharon a Hollywood en la época descrita. No es una lista cerrada ni pretende abarcar todos los nombres. Y en cuanto a otros profesionales, -dramaturgos y realizadores sobre todo- que también estuvieron allí, les dedicaremos una Entrada específica más adelante. En cualquier caso, existe un libro con entrevistas (Los que pasaron por Hollywood. Florentino Hernández Girbal) que se ocupa precisamente de estas gentes. Aquí está nuestra lista, que pretende recoger únicamente a las actrices y actores: 

 
                              ALBA,MARIA.    

ALBERNI,LUIS.  

ALCAÑIZ,AMADEO.  

ALCAÑIZ,LUANA.   

ALCAÑIZ,MARINA.   

ALCANTARA, JOSÉ.

ALVAREZ RUBIO,PABLO.

ARISTI EULATE,JUAN.

ARBÓ,MANUEL.

BARON,LITA.

BALLESTEROS,CONCHITA.

BALLESTEROS, ROSITA.

.BARCENA,CATALINA.                   

BENITEZ, ANGELITA.

BONANOVA,FORTUNIO.

CALVO,MARIA. (MARÍA MICELI)

CALVO,RAFAEL.

CALLEJO,MARI LUZ.

CALLOL,RAFAEL.

.RICARDO CALLOL.

CAMARGO,ANITA.

CASTEIG,PILAR.

CASTELLÓ,JACK. 

CRESPO,JOSÉ.

CUGAT, XAVIER.

CUMELLAS,ANTONIO.

CUSTODIO,ANA MARIA.

DIAZ DE MENDOZA,CARLOS.

DIAZ GIMENO,ROSITA.

DUVAL,JUAN.

FALKENBURG,JINX.(EUGENIA LINCOLN FALKENBURG)

G.DE TOLEDO, FERNANDO.

GARRALAGA, MARTÍN.

GIL VARELA,ANTONIO (“VARILLAS”)

GRANADA,ROSITA.

                           .GRANADOS,MANUEL. (ANTES PAUL ELLIS) 

                           .GUERRERO,CARMEN. 

                           .HOMS, JUAN DE 

JIMENEZ,CARMEN.

JIMENEZ, SOLEDAD.

JORDAN DE URRÍES,NICOLÁS.

LOPEZ RUBIO,JOSÉ.

LARRABEITI,CARMEN.

LADRON DE GUEVARA,MARÍA FERNANDA.

LANDA,JUAN DE.

LEOVALLI,EMILIA.(EMILIA DE LA PUENTE)

LIÑAN FILOMENA.

LIÑAN, MATILDE.

LIGERO,MIGUEL.

.LORENZO MARTINO,GIOVANNI.

                           .LOYO, RITA. 

.LLANEZA,LUIS.

.PACO MADRID.

                           .MANGAÑA, DELIA. 

.MARTINEZ PLA,JUAN.(GIOVANNI MARTINO)

.MARTINEZ SIERRA,GREGORIO. 

.MONTENEGRO,CONCHITA. 

.MONTES,LUIS.

.MORENO,ANTONIO. 

.MORENO,PACO. (FRANCISCO VIÑOLAS) 

.MORENO,ROSITA. 

.MORLA,ELVIRA.

.NIETO,JOSÉ,“PEPE”. 

.NORIEGA,MANUEL y MANOLO.

                           .PADULA, VICENTE. 

.PARERA,VALENTÍN.

.PARIS,MANUEL. 

.PEÑA,JOSÉ.”PEPET”.

.PEÑA CARMELA. 

.PEÑA,JULIO. 

                           

.PEREDA,RAMON.

                                                                  

.POMÉS,FÉLIX DE. 

.QUINTANA,ALFONSO. 

.REY,ROBERTO. 

.REY,ROSA. 

.RINCÓN,GUILLERMO DEL

                           .RIVAS, GABRIEL.

.RIVELLES,RAFAEL. 

.RODRIGUEZ,CARMEN. 

.SALVADOR,JAIME. 

.SANTOS,LITA. 

.SEGUROLA,ANDRÉS DE  

.SOLER,ENRIQUETA. 

.SORIANO VIOSCA,JOSÉ.

.TANA (TANA DEVODIER) 

.TIRADO,ROMUALDO.

.TORTOSA,JOSÉ LUIS. 

.TUBAU,MARÍA. 

.VALVERDE,RAFAEL. 

.VIDAL,ANTONIO. 

.VILCHES,ERNESTO. 

.VILLARÍAS,CARLOS. 

.VILLARREAL,JULIO.