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RAZA 2 (OPERACIÓN MAQUILLAJE)



    



    Ya hemos "visto" la película en la anterior Entrada. Ya se sabe: inocentona, previsible, sesgada y concebida para sustentar la versión de una de las partes en el conflicto civil. Se hicieron muchas películas patrióticas, en general bien vistas por el Régimen salvo alguna excepción como la del Crucero Baleares, una oda al heroísmo de los marinos de la flota nacional que, en un pase privado para los jerarcas de la Marina, fue condenada por éstos (con indignación de alguno de ellos) a desaparecer: destrucción de todas las copias existentes y amenaza bien explícita a quien se le ocurriera guardar una. Como resultado de su desaparición, al no existir, no se pagaban las cuentas pendientes, que afectaban a todos aquellos que participaron en el rodaje, actores, constructores, equipo técnico y realización. Costó muchísimo tiempo cobrar parte de aquel dinero porque la película estaba maldita. Nadie movía un dedo. Si quieren los lectores conocer más detalles, existe una Entrada específica en este mismo Blog dedicada al film.

    Pasaron los años y la Historia no se detuvo. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, España estaba considerada como afín y cómplice de los regímenes fascistas alemán e italiano, que habían perdido la Guerra (1945) dejando a España en mitad del baile y con el paso cambiado.



 La ONU nos rechazaba. El mundo libre nos rechazaba. Franco consiguió en varias ocasiones levantar la moral del pueblo con sus famosas y multitudinarias concentraciones de apoyo, pero el País estaba destrozado. Había hambre y miseria por todas partes. Y para acabarlo de arreglar, unos por patriotismo, otros por necesidad...¡A Rusia! con la peor compañía. 







     Mientras, los años se iban sucediendo y las cosas cambiaban poco a poco: En 1947 Francia abrió de nuevo su frontera con España. Las alianzas surgidas en la II Guerra Mundial se deshacen y comienza la Guerra Fría. Eva Perón visita España: Argentina pondrá comida en las mesas de los españoles a cambio de minerales específicos y alguna otra compensación. Franco respira aliviado: No todo el mundo nos rechaza, pero él quiere romper ese bloqueo internacional que castiga a su Régimen a causa de las amistades peligrosas. La ONU sigue erre que erre pero en los USA se va fraguando otra idea: En 1949 uno de sus potentes Bancos nos da un crédito de 25 millones de dólares. 


              

    
    En 1950 se hace patente que, para que se olviden de nuestros coqueteos con lo peor de lo peor, no se pueden tener en la cartelera de los cines películas como Raza, tal cual se venía distribuyendo desde 1942. O desaparece, o se la cambia quitando de allí y añadiendo por allá. Luego lo vemos. En septiembre de 1953 se producen más novedades: Se firman en Madrid los pactos de colaboración España/Estados Unidos. Resumiendo: instalarán en nuestro territorio cinco bases a cambio de ayuda económica y militar. 



   El año siguiente, en abril de 1954 llegó a Barcelona, fletado por la Cruz Roja, el buque Semíramis procedente de Odessa con 286 repatriados de la Unión Soviética, la mayoría voluntarios de la División Azul que habían estado presos, además de elementos de variada condición entre los que destacó un grupo de cuatro "niños de la Guerra".


Las escenas que se vivieron con la llegada del buque tenían entonces algo de reparación, de acogida a los héroes. Vistas hoy en día invitan a una silenciosa introspección.

 


 Ese año además se firma el Concordato con la Santa Sede y, finalmente, en 1955 ingresamos como miembros de pleno derecho en la ONU. El Presidente de los Estados Unidos visitará España en 1959.


 

        


    En 1964, Franco, ya aliviado de sus muchas obligaciones como Jefe de Estado atiende sus propios intereses solicitando el ingreso en la SGAE.

    Y ahora vamos con la película. ¿Qué pasó? Pues que se dijo donde fuera preciso que se iba a resonorizar, porque las copias existentes adolecían de problemas sonoros. Se ordenó la destrucción de todas las copias existentes de la antigua Raza. Se efectuaron unos cambios (cortes de secuencias, cambios en la locución de los actores) y se rebautizó el resultado como Espíritu de una Raza, que a aquellas alturas despertaba poco interés y que todo el mundo consideraba "la de siempre". Al actor Pepe Nieto, que también actuó en el film original, se le encargó la dirección del doblaje y el motivo que le dieron fue que "Franco nunca estuvo satisfecho con el sonido de la primera". La cosa pasó desapercibida porque ya nadie iba al cine a ver que si el Alcázar, o que si el Santuario se rinde o no, sino a soñar con Rita Hayworth y  todo el glamour de Hollywood.
 



 
    Siguen pasando los años y en 1993 la Filmoteca Española consigue una copia antigua que estaba en poder de un distribuidor ambulante.  Después de tantos años de trajín, exhibida en mil cines, con cortes y  composturas de emergencia en las cabinas de proyección para ser finalmente arrumbada, permitía, no obstante, ver las diferencias entre ambas versiones. Y ¡Oh albricias! en 1995 la Cinemateca de Berlín, ordenando y clasificando los antiguos fondos cinematográficos de la RDA, encuentra otra copia. Esta vez, material impecable.
    Las diferencias que se observan entre ambas versiones son las siguientes: Primero la duración, ya que Espíritu de una Raza dura 96 minutos y no 113 como su predecesora. Después, el discurso que hacía responsable a los Estados Unidos de nuestros desastres coloniales: Ya no está. A la Falange ni se la nombra; Franco estaba decidido hacía tiempo a sacarlos del balcón. Tampoco se nombra ya a la Masonería. Se cortan las numerosas secuencias en las que aparecen actores y figurantes haciendo el saludo fascista. Donde antes se decía "anti-fascista" ahora se dice comunista...Y arreglado.  
    
    Y llegamos al final de esta historia. Por si alguien no lo sabía, el Régimen era capaz de este y otros muchos juegos malabares. Si algún lector tiene interés, le sugerimos que visite el Blog Nódulo materialista, el Catobeplas, del que es responsable D. Raúl Angulo Díaz. Tiene una Entrada en la que se compara con una minuciosidad digna de elogio ambas versiones de la película.