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ESTRELLAS APAGADAS: INOCENCIA ALCUBIERRE.






                  He aquí otra estrella fugaz de nuestro cine. Las estrellas fugaces, aquellas muchachas que brillaron intensamente durante un breve espacio de tiempo para terminar desapareciendo del firmamento cinematográfico, nos conmueven de un modo especial y por eso tratamos de rescatar su memoria. Dejaban de brillar por muchos motivos como es lógico, aunque no es difícil discernir las causas más frecuentes. En unos casos, porque nadie las llamó para continuar actuando y cayeron en el olvido. En otros y de modo recurrente, abandonaban voluntariamente el cine para contraer matrimonio ya que los platós y el cuidado del hogar se consideraban incompatibles. Y hemos dejado para el final el peor motivo por el que se podía apagar una estrella fugaz: el fallecimiento prematuro. Este fue el caso de Inocencia -Ino- Alcubierre. 
                  
                         

                 
              Vamos a exponer aquí todo lo que hemos podido embastar con el propósito de relatar su vida. Como se verá, hay confusión en datos y fechas que señalaremos oportunamente. Y muchas incógnitas.

                 Nació Inocencia Alcubierre Rodriguez en Uncastillo, provincia de Zaragoza, el 16 de Junio de 1901. Y aquí comienzan las confusiones, ya que también hay fuentes que citan como fecha válida el mismo día y mes, pero de 1904. También hay discrepancias respecto a la fecha de su fallecimiento, pero ya llegaremos a ello. Siendo Inocencia una niña de corta edad, sus padres -y ello no era infrecuente en aquellos tiempos- marcharon a Barcelona en busca de una vida mejor. Casi todas las fuentes consultadas la sitúan, ya con diez y siete años de edad, trabajando como acomodadora en un teatro del Paralelo barcelonés. 


Film silente del mismo género y época.
              
        
        "Descubierta" por alguien del mundo cinematográfico local, tiene su primer papel en el western -mudo por supuesto- de fabricación nacional Lilian (1921). Como quiera que el mercado norteamericano ya era líder en la distribución de sus propios films, el productor Llorenç Bau Bonaplata decidió, junto al equipo del film, americanizarlo con el fin de asegurar su distribución. La americanización se llevó a cabo a base de cambiar los nombres de productor, director e intérpretes por otros de resonancia anglosajona. Increíble pero cierto: La empresa del productor pasó a denominarse "Good Silver Films"; el director de la película, Juan Pallejá pasó a ser "John Pallears"; "La bella actriz yanqui Elliot Dorsan" no era otra que Inocencia Alcubierre y el galán José Rogés tuvo que convertirse para la ocasión en "Joe Rogers". El film pasó sin pena ni gloria a pesar de los esfuerzos descritos.  
                
              Su siguiente película, rodada un año más tarde fue Don Juan Tenorio (1922), dirigida por el realizador Ricardo de Baños y en la que interpretaba a Doña Inés, la protagonista femenina. Hemos leído en varios apuntes biográficos de Inocencia que el papel lo consiguió "por haber sido asesinada la actriz que tenía que interpretarlo", aunque nadie aclara de qué actriz se trataba. La cuestión es que la película, que había sido rodada sin escatimar medios, tuvo un razonable éxito. 


Ino Alcubierre y Fortunio Bonanova.
               
Hemos rastreado el supuesto asesinato de una actriz (debió ocurrir en fechas no muy lejanas al inicio del rodaje) y no hemos encontrado ninguna noticia que relacione ambos hechos, causa y efecto. Salvo, eso sí, que se trate de la desgraciada Conchita Robles. María Concepción Robles Pérez, de 36 años, era una reconocida actriz de teatro que había trabajado en varias de las más afamadas Compañías madrileñas y que estaba (mal)casada con Carlos Berdugo Boti, un comandante de Caballería que llevaba años maltratando a su esposa ad nauseam; maltrato público y notorio que terminó en la separación de hecho de ambos cónyuges. El día 21 de enero de 1922 había de representarse en el teatro Cervantes de Almería "Santa Isabel de Ceres", obra en la que Concha Robles era la protagonista femenina. Por tratar el tema de la prostitución y los bajos fondos, la obra venía precedida de una gran polémica por su supuesta inmoralidad. Carlos Berdugo se plantó en el escenario, al que había accedido subrepticiamente, y apuntó a Concha con un revolver con intención de matarla allí mismo. Ella trató en vano de defenderse colocándose tras un muchacho de la utillería, pero de nada le sirvió: varios disparos terminaron con su vida allí mismo, falleciendo también el joven, poco después de ser llevado al hospital. Berdugo intentó quitarse la vida pero al dispararse solo se hirió superficialmente. Desde entonces Conchita Robles es, con toda justicia, un icono feminista contra el maltrato en su Almería natal y en toda España. Además, hay una leyenda recurrente acerca de los supuestos fantasmas de Concha y del muchacho asesinado que provocan fenómenos sobrenaturales en el teatro almeriense donde todo sucedió.



                 
      Conchita Robles.


                       
         
                Pero volvamos a Inocencia. Tras el Don Juan Tenorio, las notas biográficas más o menos autorizadas hablan de un período de tres años en los que no participó en ninguna producción. Alguna fuente menciona que durante ese tiempo Ino fue madre de una niña. No  hemos podido encontrar noticia del padre, con matrimonio o sin él, ni de esa hija. 1925 fue el año de su vuelta al cine. Después de protagonizar El niño de Oro, film sin mayores pretensiones, fue contratada por la Productora La Nacional para protagonizar Nobleza Baturra, dirigida por Juan Vilá Vilamala sobre un guión de Joaquín Dicenta, quien adaptó para el cine su obra teatral del mismo nombre participando también activamente en el rodaje. El director consiguió sacar de Ino Alcubierre los registros dramáticos necesarios para encarnar  a la protagonista del drama, una joven aragonesa calumniada injustamente. Nobleza Baturra fue un éxito de público y una de las películas más populares de nuestro cine mudo. Por desgracia no se conserva copia alguna del film.


Inocencia Alcubierre en dos escenas de Nobleza Baturra
                                                      

                                                                                    

                              Convertida ya en una estrella de la pantalla, vuelve a protagonizar un film en 1926, La Malcasada, película inspirada en un caso verídico. Narra la boda de una dama española que, movida por puro y simple interés, se casa con un torero mexicano. La película con numerosas apariciones de personajes de la época, sirvió para contrastar "a pie de calle" el tema del divorcio, en un momento en que se gestaba el Proyecto de la Ley que habría de regularlo. Entre los "extras de lujo" se puede ver, entre otros, a Francisco Franco y su hermano Ramón, a Millán Astray, a los hermanos Camba, a Valle Inclán, a Wenceslao Fernández Flores, a los toreros Juan Belmonte e Ignacio Sánchez Mejías, a Eugenio D'Ors, al Conde de Romanones, al escritor Azorín, al inventor del autogiro Juan de la Cierva, al pintor Julio Romero de Torres, a Alejandro Lerroux, a Manuel Machado, al dramaturgo Pedro Muñoz Seca y hasta al mismísimo Miguel Primo de Rivera. En la red pueden los lectores encontrar el "montaje del director" de dicho film.

   

  



  
Ino Alcubierre, la heroína en La malcasada.

                                                            Y hasta aquí hemos llegado. Muchas fuentes señalan el año 1927 como el de su fallecimiento. Otras, y su información está contrastada, datan la fecha tres años más tarde, en 1930, ya que existe alguna prueba documental. En lo que coincide todo el mundo es en señalar un accidente de tráfico como posible causa de su muerte. Los periódicos de la época no desperdiciaban este tipo de noticias y se hacían eco de ellas dando todos los pormenores posibles. Había una corriente de opinión generalizada entre los horrorizados lectores que señalaba ya el tráfico rodado como un peligro para usuarios y peatones. Había empezado el "es que van como locos". Tras una búsqueda exhaustiva y descartando numerosos atropellos, accidentes de coche con la familia a bordo, accidentes de moto, accidentes de autobuses, hasta de coches de bomberos... no hemos encontrado ninguna noticia del supuesto accidente de automóvil de Inocencia. Es más, sin querer ser malpensados, el silencio que cayó sobre su fallecimiento resulta cuando menos sospechoso. La última noticia sobre su actividad profesional nos la proporciona un recorte de prensa de un periódico barcelonés, fechado el 6 de Junio de 1930.




                                                            Esta reseña ya sería suficiente para desmontar la información existente en la red que señala su muerte en el año 1927.  En cualquier caso, una esquela del 15 de septiembre de 1930 publicada también en un rotativo de Barcelona, zanja el asunto de la fecha sin dejar duda alguna. Nótese que fue publicada más de un mes después del fallecimiento. Entre los familiares no encontramos más que un padre (ausente) tres hermanos y un cuñado. A día de hoy no se sabe dónde descansan sus restos mortales.


            
                  Aun teniendo en cuenta el tiempo transcurrido, la precariedad de las comunicaciones en la época y la nebulosa que oculta con frecuencia la vida íntima de las personas, no podemos dejar de preguntarnos qué sucedió con Ino Alcubierre. Todavía volvería Inocencia a las pantallas seis años después de su muerte. Fue con ocasión del "reestreno" del Don Juan Tenorio de 1922 pero sonorizado, es decir, aplicando al material existente una banda sonora "a la americana", mediante un procedimiento importado de Estados Unidos. 



                  No podemos cerrar esta entrada sin mencionar la meritoria labor de sus paisanos. En Uncastillo se tiene orgullosa memoria de su paisana y se vienen celebrando unas "Jornadas de Cine Mudo Inocencia Alcubierre" que ya van por la veinteava edición.  
                  
                   
         

NOTA.- En el ABC de 20-10-2023 se publica un artículo de Raquel Peláez a propósito de la película "La Malcasada" que interpretó como protagonista femenina Inocencia Alcubierre. La autora de tan oportunista artículo (Basa todo el interés en el hecho de que Franco sale en esa película, y los amores de Alfonso XIII con Carmen Ruiz Moragas) cita como protagonista a María Blanquer y estampa su nombre en un pie de foto de la Alcubierre, a la que no nombra en todo el artículo. ¡A la cárcel de papel!