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IRREPETIBLES: MANOLO ZARZO (2)

 

        (Aquí estamos de nuevo. Por caprichos de la informática ha habido que partir la Entrada en dos; qué se le va a hacer.!)



Carmen Sevilla y Tico Medina en un momento del homenaje.

       
 Cuando salió del hospital, los compañeros de profesión (Concha Velasco, Carmen Sevilla, Aurora Bautista el organizador Tony Leblanc y otros muchos más) le tributaron un cariñoso homenaje. La familia de la joven que provocara sus lesiones y la propia Administración se habían desentendido del asunto. Pero se recuperó y siguió su trabajo de actor de Cine.


Manolo Zarzo, Mercedes Alonso y José Luis Ozores
 en Margarita se llama mi amor (1961)


        Trabajador incansable, apareció primero en las películas comerciales típicas de aquellos años como Margarita se llama mi amor (1962) o Los guardiamarinas (1967); después en el cine comercial del tardo-franquismo, Las ibéricas (1971) o Lo verde empieza en los Pirineos (1973), hasta que muerto el Dictador empezaron las Zorritas Martínez o las Madres solteras (Las dos de 1975). No participó mucho M.Z. en el cine que siguió rodándose para regocijo de mirones, pero a lo hecho, pecho. Según él mismo reconoce: "He hecho muchos papeles de aquellos y no me avergüenza reconocer que bastantes los he hecho porque tenía que trabajar y mantener una familia. En toda mi carrera no he podido darme el lujo de elegir, he trabajado en lo que he podido". Nosotros añadimos: "como tantos otros". El actor tiene que comer, y si no, que le pregunten a Pepe Sacristán, por ejemplo.




            ¿Y cuando no te llaman? Esta es su respuesta: "A quienes comienzan ahora en el cine y el teatro les cuesta mucho salir adelante, porque hay mucha gente y poco trabajo. En mi época ocurría una situación similar, pero cuando comenzaron las coproducciones con Italia y Francia tuve la suerte de trabajar mucho. He trabajado en Argentina, Venezuela, Italia, Francia, Vietnam....todo ello gracias a las coproducciones que se hacían entonces. Tuve la suerte de vivir ese momento".
         
     
                       


    
            Ya hemos dicho en alguna ocasión que para que una película nos guste es preciso que nos enganche desde los primeros fotogramas, que el relato atrape nuestro interés. Se terminó eso de tragarse rollazos. Y respecto al actor o la actriz, aunque no sea nuevo para ti y lo hayas visto en otras ocasiones y en diferentes papeles, tiene que ser el personaje desde que aparece en la pantalla, no la persona. Que sea creíble. Y esa cualidad, esa particularidad o llamémosla virtud la ha tenido siempre Manolo Zarzo, porque es un profesional. En sus propias palabras: "He tenido la suerte de adaptarme físicamente a diferentes personajes, desde policía a ladrón, pasando por torero, cura, vaquero..nunca he puesto pegas, y he intervenido en todo tipo de filmes: cómicos, dramáticos.." Aquí tenemos que añadir su especial vinculación profesional con el mundo de los toros, porque desde Sangre y luces (1954) de Muñoz Suay, tuvo que codearse con los matadores más famosos. A las cinco de la tarde (1961) o Nuevo en esta plaza (1966) son dos ejemplos de ello. Más tarde, dio vida a personajes como Pepe el trepa en la producción televisiva Caballo de pica (1974), o a Bernardo Álvarez en la también televisiva serie Juncal (1989)


Bernardo Álvarez, hermano y tío de toreros en Juncal.


            M.Z. ha intervenido en más de 120 películas, en unas como actor de reparto y en otras con papeles protagonistas. IMDB que incluye las series de T.V. le atribuye 243 trabajos.


Segismundo Ballester en la serie de T.VE Fortunata y Jacinta.


         Activo en la profesión durante más de 70 años, ha trabajado con muchos Directores españoles y las coproducciones le han permitido trabajar con personajes como Edward G. Robinson, Terence Stamp, Marcelo MastroianniAlberto Sordi. Sí se ha dolido alguna vez por no haber hecho nada con Luis García Berlanga; cosas del oficio y de las oportunidades. Como actor, cada vez que le ves en una película le da vida a su personaje, lo llena, lo borda, y siempre con naturalidad y desparpajo. Reconoce haber aprendido de actores como Pepe Bódalo, José Mª Rodero, Fernando Rey...y ese aprendizaje lo ha llevado a cabo "a pie de obra" o sea, trabajando. Cree firmemente que primero se nace actor y después hay que ser muy profesional. Aprender incluso de quien lo hace mal. 
  
      
El sufrido Consorcio de La Colmena.

        
        
Capellán del convento en Entre tinieblas (1982)
Para nosotros el mejor, el más fresco Almodóvar.
Hay que escuchar las recientes reflexiones del realizador
 sobre esta película y la libertad en los años 80.

       

         Respecto al cine español actual, tiene opiniones que compartimos sin reservas: Piensa que ahora mismo no hay ningún actor que se pueda comparar a sus maestros -citados más arriba- o a Fernando Fernán Gómez, Paco Rabal, José Isbert, Ozores o López Vázquez. Y no es nostalgia, es el oficio, el ojo del actor. ¿Y en cuanto a la dicción? "Hay gente ahora mismo que está hablando y no se le entiende. No sé, es una monotonía". Y lo explica de este modo: "Actualmente yo creo que se produce un defecto. Se ha dado a entender que hay que actuar con naturalidad, y eso es malo porque hay actores a los que no se les entiende. Ser un actor natural es bueno, pero es complejo". 
                                 
        Premios no ha tenido muchos y se merecía más. En un par de ocasiones recibió dos del Sindicato, uno de ellos por Nuevo en esta plaza (1966), y el C.E.C. le reconoció como mejor actor del año por su trabajo en Los nuevos españoles (1974). Casado en dos ocasiones, tiene cinco hijos; dos de ellos (Flavia y David) han recogido la antorcha aunque parece que ha habido algún desánimo, que esperamos sea pasajero. Y él, ahí sigue, trabajando a sus 91 años.
     
 


        Leyenda viva del Cine español. Les recomendamos que vean Blockbuster dirigida en 2013 por Tirso Calero. Sean indulgentes y disfrutarán de un Manolo Zarzo en estado puro; también se llevarán alguna sorpresa viendo viejas glorias.