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LA IMPORTANCIA DE MORENA CLARA.







            Ya estamos aquí de nuevo para ocuparnos de una cinta realmente interesante. Se trata de Morena clara, película dirigida por Florian Rey producida por la valenciana Cifesa en 1936 y estrenada el 11 de Abril de ese mismo año. Esta Productora, gestionada por la familia Casanova desde 1934 consiguió llevar el Cine español a una altura pocas veces igualada. Tomó partido en la Guerra Civil española, tuvo sombras y luces empresariales y políticas, pero fue responsable de que los españoles vieran algunos productos de calidad, nacionales y foráneos. Trataremos la película propuesta en esta Entrada con el respeto que merece, alejándonos de los tan manidos clichés que encasillan injustamente cierto Cine por viejo, por anticuado o por folklórico. Morena clara tiene un valor indiscutible y en su día fue un éxito de público. Antes de empezar con este film consideramos de justicia hacer un paréntesis para aclarar quién fundó Cifesa:
 
         El 15 de marzo de 1932, esto es, cuando la Segunda República Española apenas había echado a andar, se constituyó en la ciudad de Valencia la productora Cifesa. El responsable fue D. Vicente Trénor Arróspide, junto a Alfonso Campos, José Capilla y Ricardo Trénor Sentmenat. El primero era sobrino de D. Tomás Trénor Palavicino, el entusiasta impulsor de la Exposición Regional Valenciana de 1.909 que terminó arruinándose por ello. Tiempo después, D. Tomás Trénor Azcárraga, hijo de éste último y alcalde de la Ciudad cuando se produjo la riada de 1957, se enfrentó al gobierno de Franco por la tibia respuesta gubernamental y la falta de ayudas a los damnificados. Consiguió que no se volviese la espalda a Valencia pero el gesto le valió su fulminante destitución. Aunque Cifesa fue gestionada después por la familia Casanova como se ha dicho más arriba, hemos querido destacar la importancia del apellido Trénor en el devenir social y empresarial valencianos. 

        Dado el momento de su estreno, muy poco antes de estallar la Guerra Civil, Morena clara tiene un enorme interés sociológico al mostrar los gustos, intereses y anhelos de la población, puestos de manifiesto por la gran afluencia de público en las salas en que se proyectó. Creemos que el ver esta película ayudaría al público español a conocer su historia, el sentir popular de las gentes menos privilegiadas durante aquella época, el porqué de sus aplausos y su identificación con lo narrado. Antes de encender el proyector, como solemos decir, quede claro que prácticamente todo el interés de la película se sostiene sobre la actriz protagonista Imperio Argentina.





        Los hermanos Agustín y Trinidad Marqués, conocidos como Trini y Regalito, gitanos, (Imperio Argentina y Miguel Ligero) se dirigen caminando a la Venta de los platillos, con la intención de obtener unas pesetas mediante lo que se podría llamar "el timo de los jamones".

   
Primer gesto de hermandad con el público humilde,
obligado sin remedio a caminar para desplazarse de un sitio a otro.

 

        En la venta, un grupo de señoritos celebra una juerga privada a base de música, jamón y manzanilla; no falta la compañía femenina. Llegados allí, mientras Regalito espera en el exterior su hermana se las arregla para subir al sobrado, en el que cuelgan los jamones del ventero e irlos arrojando por la ventana, uno a uno, siendo recibidos por su hermano que los introduce en un saco.


Muchos espectadores conocían estas expansiones de los
señoritos, pero no habían probado el jamón en su vida.

  



        
Regalito ofrece los jamones al ventero diciéndole
"que son suyos",  y al cobrarlos insiste añadiendo
 "que sólo cobra los portes".
         

        El comprador paga a Regalito una miseria por el lote. Los hermanos se marchan y, descubierto el engaño son perseguidos y detenidos por la Guardia Civil. Antes asistiremos a otra escena, por lo visto normal por entonces pero fuera del alcance del pueblo llano: Un automóvil descapotable se detiene ante la venta y sus ocupantes toman el aperitivo sin apearse, atendidos servilmente por el ventero.
 

  

  
Detenidos por la Guardia Civil caminera.
 No es el único guiño lorquiano del film.

             
      La proximidad del juicio a los hermanos, presos por el affaire de los jamones, nos introduce todo un abanico de personajes, miembros de una familia acomodada de Sevilla: la matriarca, su marido y sus dos hijos, uno serio (Fiscal de la Audiencia que veremos en el juicio) y el otro un trasto (representante de automóviles). En su magnífica casa, en su patio y demás dependencias, transcurrirá buena parte del film. Básicamente,  Rafael (Manuel Dicenta) sableando a su madre, Doña Teresa (María Bru), porque se gasta cada peseta que cae en sus manos y ello le pone constantemente en apuros, con el consiguiente enfado de su hermano  Enrique, el Fiscal (Manuel Luna). También hay un asuntillo de faldas que atribula al padre, Don Elías (Pepe Calle), del que hablaremos más adelante. No nos queremos olvidar de la chica de servicio, Frasquita (Carmen de Lucio).

    Se celebra el juicio. Trini y Regalito, coreados por el público que irrumpe en la sala a la voz de "Audiencia pública", no dejan de bromear, motejan a magistrados y fiscal, se burlan de ellos y de las multas que por desacato al Tribunal les van imponiendo.


El público de la sala, y también los espectadores de
 la película, celebran cada requiebro de los acusados. 

 
Se hace una caricatura del Tribunal, celebrada por todos.
El pueblo llano, a menudo analfabeto, desconfiaba de
 los representantes de la Justicia.


El Fiscal, ya cautivado, no da pie con bola.



La Abogada defensora de oficio es una mujer.
 Gesto feminista que también agradó al público.
        
         El Fiscal, en su alegato, carga contra la raza gitana y contra las zalamerías y engaños de que hacen gala constantemente. Cautivado por la belleza de Trini, disimula como puede y al ser acusado de racista manifiesta que si acudiera alguien de esa raza, pidiéndole amparo para no delinquir, le cedería su techo, su pan y su protección.


La Trini no tarda en camelar al Fiscal.


        La Abogada defensora (Porfiria Sanchiz) en su réplica, pone en el punto de mira el abuso del ventero -que no ha comparecido- por pagar un precio irrisorio. Y dice textualmente: "Al señor Fiscal no le hacen gracia los gitanos, lo siento por él. Y puedo decir muy alto que a mí no me han engañado nunca. El fiscal sostiene que los gitanos viven en guerra con la sociedad, yo sostengo que la culpa no es de ellos sino nuestra". Y finalmente emplaza a su oponente preguntándole si cumpliría su palabra cuando alguien acudiera a él diciendo: "Ampárame, que no quiero delinquir". Uno de los mayores aciertos del film es su marcado carácter antirracista, conciliador, como queda de manifiesto en el juicio y a lo largo de toda la película.  

        Ambos acusados son absueltos, pero Trini, que ya le ha echado el ojo al Fiscal, es decir, a Enrique, se presenta en casa de éste. Lleva un papel en el que está escrito el compromiso que él expresara en el juicio. Casi inmediatamente su gracejo y su verborrea cautivan a Doña Teresa, la madre. Termina viviendo "amparada" por ellos. 



"Qué muchacha más graciosa.
 ¿Quien te ha enseñado esas cosas, chiquilla?"


        Vamos con Don Elías, el padre. Ya retirado, al parecer ejerció también la carrera judicial siendo más joven. Estando casado y  destinado en Palencia bastantes años atrás, dejó embarazada a una conocida de la familia. Ésta toma un tren y se presenta en Sevilla, en su casa, reclamando una compensación para su ya crecida hija. Don Elías se confiesa a su hijo Enrique y también a Trini, quien decide tomar cartas en el asunto. 



 
        Un mafioso, amigo del colegio de Enrique, se presenta en su casa para interesarse por un conocido suyo que va a ser juzgado. En realidad lo que quiere es sobornar a aquel. Pretextando obsequiarle con una carpeta de piel, oculta en su interior 25.000 pesetas. Las descubrirá accidentalmente Trini quien, fingiendo un conjuro, las mete en el bolsillo de Don Elías. Esas pesetas socorrerán a su hijo Rafael, muy apurado porque las debe en su empresa y no las tiene. Del mencionado conjuro, que es muy largo, transcribiremos el final:

"Garabatufa blanca,
la tarántula manca con la pata encogía,
Milagro milagrito,
quien quiera un dineral
que escarbe en el bolsillo del padre del Fiscal.







        Doña Teresa organiza en su casa una celebración por todo lo alto con motivo de la festividad de la Cruz de Mayo. La secuencia es larga, y viene resaltada por una rica coreografía. Es este otro detalle muy interesante por la inclusión en el film, de modo destacado, de ese motivo religioso. El detalle, además de las numerosas invocaciones a la Virgen hechas por Trini, sugieren la despreocupación de la Productora respecto a un posible anticlericalismo del público, que le hubiera alejado de las taquillas. No olvidemos que se rodó y estrenó en plena II República. De hecho, la película se proyectó, batiendo récords de público, simultáneamente en los dos bandos enfrentados hasta mediados de 1937.



  

        Durante la fiesta, Regalito y Trini ejecutan un número de cante y baile que resulta celebrado por toda la concurrencia. Se trata del famososísimo Échale guindas al pavo. La letra cuenta la reconciliación de una pareja de gitanos con un Guardia Civil, el cual termina sentándose a la mesa con éstos para comerse entre los tres unos pavos producto de un robo. La secuencia la recordó Basilio Martín Patino en su excelente Canciones para después de una Guerra.  


Miguel Ligero ejecutando su particularísimo baile.
 


       Al presentarse Juana (Emilia Iglesias) con su hija Encarnación (Luchi Soto) para tirar de la manta y desvelar los devaneos amorosos de Don Elías, Trini las burla haciendo un nuevo conjuro que quita toda pretensión a la chantajista y provoca que se marche sin lograr su objetivo. Como quiera que los mafiosos vuelven a colocar dinero en la carpeta del fiscal, pensando que no se contentaba con la anterior cantidad, ese dinero terminará de nuevo en manos de Trini, quien se lo entrega a Don Elías para que vaya a dárselo a su hija. El mensaje oculto en los conjuros de Trini es la evidencia de que los señoritos desfalcan en sus negocios y que los representantes de la Justicia también caen en devaneos e infidelidades conyugales. Y lo soluciona precisamente una gitana. Gitana morena clara, eso sí. 

        Además del mencionado número Échale guindas al pavo, Trini canta en la película dos temas más: El día que yo nací y La falsa moneda. En el primero se duele de su amor no correspondido hacia Enrique y en el segundo su desesperación porque éste la ha despreciado, al desconocer que el dinero lo ha empleado la muchacha para salvar el honor de la familia en dos ocasiones.
 

"Estrella de plata, la que más reluce,
 porqué me llevas por este calvario,
 llenito de cruces...."

        Al final todo se aclara, ¡faltaría más! El Fiscal se lleva de copas a Regalito, se emborrachan y cuando regresan a casa se produce la reconciliación que el público intuía y esperaba desde la secuencia del juicio.


 




        La película termina con unas palabras de Trini: "Y aunque soy morena y clara, no sufras por mi color, morena es la Macarena y su hijo Nuestro Señor, del color de la azucena". 

        Y aunque pueden encontrarla Vds. en la Entrada de este Blog titulada "Hispanoamérica, España y el Cine", vamos a transcribir lo que allí se cuenta de Imperio Argentina:



        ARGENTINA, IMPERIO. (Magdalena Nile Del Río. 1903/2003). Nació en el popular barrio bonaerense de San Telmo. Hija de un matrimonio aficionado a las tablas. Debutó a los 13 años en un festival benéfico organizado a favor de las 300 víctimas del vapor Principe de Asturias, que se fue a pique cerca del Brasil. Ese mismo año vino a España con su madre para percibir la herencia de su abuelo. Sus excelentes relaciones la llevaron al Perú, donde conoció a Jacinto Benavente. El dramaturgo la convenció para que viniese a España a abrirse carrera con el nombre de Imperio (Por Pastora Imperio) y Argentina (Por Antonia Mercé "La Argentinita"). Así pues, desembarcó en Santander en Agosto de 1923. Su carrera fue meteórica y su filmografía llega a los 31 títulos, con éxitos que son verdaderos hitos en el Cine Español. La película que le dio más fama fue Morena Clara, dirigida por Florian Rey, su esposo. De ella se cuentan numerosas anécdotas, como que viajó a la Alemania nazi donde rodó algún film y llegó a decir en una entrevista que Hitler, al que encontraba cierto atractivo, quiso ser su amante. Sus simpatías hacia los Primo de Rivera y el mismo Franco eran de dominio público. Su matrimonio civil con Florian Rey tuvo una corta duración (y un hijo). Al separarse, contrajo matrimonio canónico con el Conde de las Cabezuelas, del que también se separó provocando la ira de la Iglesia. No hay que olvidar que era como un icono del Régimen y su vida sentimental desdecía del modelo de mujer que exaltaba el nacional-catolicismo. De 1939 a 1941 tuvo otra relación sentimental, esta vez con el actor Rafael Rivelles. En la época de la Transición fue ignorada por no dar el tipo para el cine basura de destape y también por su afinidad con el anterior Régimen. Fue una gran actriz y disfrutó de fama, fortuna y libertad. Falleció en Benalmádena. Descanse en paz, Imperio Argentina, para siempre la inmortal Trini de Morena Clara, que ridiculizó el racismo y divirtió durante el primer año de la Guerra Civil a los españoles de ambos bandos. En 1986, José Luis Borau la rescató para su película Tata mía
         Borau rindió después un discreto homenaje a Imperio Argentina en la serie Celia que dirigió para TVE en los años noventa. En ella, Doña Benita, impecablemente interpretada por Aurora Redondo, canta a modo de nana unas estrofas de El día que nací yo. Lo cierto es que las travesuras de Celia, el personaje de Elena Fortún, tienen lugar durante los primeros años treinta, pero dicha canción* se popularizó tras el estreno de la película en 1936 y su posterior difusión radiofónica. Le perdonamos el lapsus temporal por el cariño que demostró. 

 
Goya de honor en 1989


         Después del rechazo de los gurús del Cine por confundir y etiquetar los productos de una época, hubo quien aprovechando la ignorancia del público y cubriendo la escasa creatividad o la falta de originalidad, hizo películas que son hijas naturales de Morena Clara. Así, citaremos como muestras El día que nací yo (1991), de Pedro Olea o La niña de tus ojos (1998) de Fernando Trueba. 
            
         
    







(*) El compositor Mostazo, tristemente desaparecido a los 35 años de edad, compuso por encargo las tres canciones de la película. Fue también el autor de la celebérrima La bien pagá












        


LOS ITURBI





 


  


        Esta entrada no va de Cine español, sino de españoles en el Cine mundial, concretamente en el norteamericano, sin salirnos del arco temporal que nos ocupa normalmente. No es la primera vez que tenemos que poner en cartel a algún compatriota que hizo Cine lejos de casa. Y mira por donde, esta vez no uno sino dos valencianos: Los hermanos Iturbi. 

                   Seamos francos: ¿qué pasaría si realizásemos una encuesta por las calles de Valencia con la pregunta: ¿Qué le dice el apellido Iturbi?. Podemos estar equivocados, pero nos atrevemos a aventurar que un 60 % no tendría ni idea; un 35 % compuesto por vecinos, taxistas, funcionarios y repartidores -incluidos los sufridos empleados de Correos- tendría noticia de que existe una calle con ese nombre, quizá dos, pero para la mayoría solo un apellido (un músico?); y el 5% restante un conglomerado de aficionados a la música clásica, socios del Palau, estudiantes del Conservatorio y algún raro conocedor de anécdotas cinematográficas y de la historia de la Ciudad, que sí sabrían, más o menos, algo de la vida de los Iturbi Y de los prestigiosos premios que en Valencia se otorgan en su nombre.

       Es un caso diferente del de La Greus o Perelló de Segurola: las autoridades sí han cumplido con los Iturbi, pero el público en general no. ¡Ay, esa memoria colectiva tan desmemoriada! 


Amparo Iturbi. Se decía de ella que era muy
elegante, disciplinada y talentosa.
.

        Así son las cosas. Nosotros ignorábamos mucho de lo que hemos averiguado y nos proponemos divulgar. Narraremos su paso por el mundo de la música y sobre todo del Cine, que es lo nuestro, aunque también va a salir algo de las circunstancias vitales de ambos hermanos; a fin de cuentas José atrajo mayor atención que su hermana, pero no por ello vamos a ignorarla. Amparo fue una excelente pianista que brilló en el mundo de la música clásica y algo también en Hollywood, pero siempre como "la hermana de". Se dice que Amparo era la peor enemiga de su hermano, ya que a éste le costaba mantenerla a su sombra. "Toca mejor que yo" eran sus palabras entre bromas y veras. Hoy en día, quizá hubiese sido distinto. 

   

Valencia a finales del Siglo XIX.


       El 28 de noviembre de 1895 nace en Valencia José Iturbi Báguena. Es hijo de Ricardo Iturbi, un empleado de la Compañía de Gas Lebon. Hay quien sostiene que era cobrador a domicilio de dicha empresa y también se suele afirmar que era farolero, es decir, un encargado más del encendido de las farolas; se trataría sin duda de un empleo alimenticio porque en realidad era afinador de pianos y familiarizado con la Música Clásica. Podría decirse que por aquel entonces no había hogar sin piano, en propiedad o alquilado. Si tenemos en cuenta que su esposa Teresa compartía la afición de su marido, resulta natural que un niño crecido en aquel hogar viviera la música con una pasión poco frecuente. Cuenta la leyenda que a la buena de Teresa, gran aficionada a la Ópera, se le movió el parto presenciando Carmen de Bizet. Con grandes esfuerzos la trasladaron a su domicilio en la Calle D'en Blanch, donde finalmente vino al mundo nuestro protagonista, tercer hijo del matrimonio; Teresa y Ricardo se plantaron tras el siguiente alumbramiento, el cuarto, precisamente el de nuestra otra protagonista: Amparo. 

 



       (1898) Con apenas tres años de edad, los deditos de José se iban directos a las teclas del piano, como atraídos por un imán; es algo que sucede en ocasiones y que parece no tener una explicación demasiado clara. Hay criaturas que se sienten irresistiblemente atraídas por el piano y otras que no. Poco tiene que ver la ilusión que pongan sus papás. Lo cierto es que cuando tenía cinco años, Ricardo Iturbi echó mano de sus contactos profesionales y envió a José a recibir clases de la bendita Doña María Jordán, profesora de piano y también vecina en el barrio de La Xerea. Doña María no tardó en darse cuenta de la joya que le habían confiado.

    (1902) José tiene siete años, es alumno del Conservatorio de Valencia (en los entrañables locales de la Plaza de San Esteban) y ya gana dinero tocando el piano: da clases particulares a jóvenes y no tan jóvenes menos dotados que él. De paso, enseña en casa a su hermanita Amparo, tres años menor. También se afirma que tocaba el piano acompañando las proyecciones de alguna sala de cinematógrafo. No decimos ni que sí ni que no, pero desde luego no en el Cine Turia (antiguo Cine de La Corona) como se viene aventurando, ya que esta sala echó a andar  en 1916, cuando José era ya un reconocido profesional y vivía en Suiza con su esposa.




    (1909). A los catorce años José termina sus estudios en el Conservatorio con el Primer Premio de dicha institución. Como era preceptivo, además de la carrera de piano, completó su formación con dirección de orquesta y composición. Durante toda su carrera tuvo en el profesor Eduardo López Chavarri ese mentor que pone su fe en un alumno e intenta catapultarlo hacia lo más alto. De momento, lo envía a Barcelona a perfeccionar su técnica con el profesor Joaquín Malats. No obstante, a los tres meses tuvo que regresar a Valencia y ponerse a trabajar. Se dio a conocer en los conciertos ofrecidos al público con ocasión de la Exposición Regional. Repitió en la Exposición Nacional, celebrada un año más tarde.




     Es posible que por entonces, además de dar clases particulares, se empleara en alguna sala del entonces novedoso cinematógrafo para animar con su música las mudas imágenes de la pantalla. Poco después, López Chavarri se ocupa nuevamente de la familia Iturbi. Toma bajo su protección a la talentosa Amparo, que sigue los pasos de su hermano. 




    (1911)  José Iturbi es todavía un crío de 16 años. López Chavarri consigue para él una beca de la Diputación Provincial de Valencia para ir a estudiar en el prestigioso Conservatorio de París; sólo dos estudiantes extranjeros eran admitidos cada año. Le acompañó su padre y se instalaron en una pensión próxima al Conservatorio. Fue allí alumno de Victor Staub y de la clavecinista polaca Landa Lansdowska. Para complementar con algún ingreso más el importe de su beca se puso a tocar en un café. 


Bulevar Marguerite-de-Rochechouar, 57 bis. Paris.



     (1912) José tiene ya 17 años. Debuta contratado por la Sociedad Filarmónica de Bilbao para sustituir a una afamada pianista. Seguramente intervino en su favor el violinista Manuel Quiroga. Se habían conocido en el Conservatorio de París y repitieron sus dúos por España y también por Norteamérica, El éxito de aquella actuación hizo que les contratasen de nuevo al año siguiente. (1913). A Iturbi le nombran Socio de Honor de aquella Sociedad al tiempo que se gradúa con los máximos honores en el Conservatorio parisino.

        
Iturbi y Quiroga. Revista Nuevo Mundo. 1912


   
   
        

 
        (1914) Estalla la Primera Guerra Mundial y José regresa a Valencia donde vuelve a dar clases de piano. Se enamora de una de sus alumnas: María Giner de Los Santos. Mientras tanto, su hermana Amparo  debuta con 14 años en Barcelona, en la Sala Mozart. Llevaba una carta de recomendación de López Chavarri para Enrique Granados, quien asistió al concierto para escucharla. Le impresionó concretamente su ejecución de Goyescas. 


                
        (1915) El 19 de enero da un concierto en el Teatro Principal de Valencia. Es posible que le acompañase su hermana Amparo, pero la portada del programa de mano (4 hojas) que reproducimos a continuación, nada dice al respecto. 


        
            (1916) El 8 de junio contrae matrimonio con María Giner de Los Santos. Él ya tiene 21 años, lo que suponía entonces la mayoría de edad; su esposa, dos años más que él. La foto de la boda que reproducimos apareció en la revista La hormiga de oro, en su ejemplar del 24 de junio. 

                  


      (1918) Encontramos al joven matrimonio en Ginebra. Él tiene 23 años y es profesor en el Conservatorio. Han tenido una hija el año anterior: María. Para sostener a su familia, vuelve a hacer algo que le divierte  y le reporta ingresos extras: tocar en un café. Hay que tener un talante especial para sacar provecho de esta actividad. Mientras la gente charla y el piano suena en un segundo plano, el ejecutante practica, ensaya nuevas posiciones, repasa armonías, tonalidades...y si se equivoca, o repite un movimiento tres veces, nadie se dará cuenta. Pasará inadvertido salvo que interrumpa bruscamente  la interpretación. Hasta entreteniendo a la gente se aprende. El caso es que allí le escucha una persona influyente del Conservatorio de Zurich y fruto de sus gestiones le asignan la Cátedra de Virtuosismo de Piano en aquel Conservatorio. El cargo lo había ostentado hasta hacía poco tiempo nada menos que Franz List. Iturbi era tan exigente que los alumnos le apodaron El inquisidor español. Paralelamente se dedica a la música como profesional concertista.

    (1922) Amparo Iturbi recomendada por López Chavarri consigue una beca para estudiar Música Antigua en París. 

   (1923) Sus compromisos profesionales no le permiten atender su trabajo en el Conservatorio con el celo que le caracteriza, por lo que renuncia y marcha a París con su familia. Toman un apartamento frente al Sena y desde allí comienzan sus giras por Europa e Hispano América. También toca en Valencia para la Sociedad Filarmónica.




              (1925). Amparo da su primer concierto importante fuera de España y lo hace en Paris, junto a su hermano. Sala Gaveau. En los años siguientes actuará con él por toda Europa. Solían hacer shows interpretando a Chopin y otros compositores a cuatro manos con dos pianos. Amparo también acompaña en sus conciertos a la afamada soprano barcelonesa María Barrientos. La fama de los hermanos comienza a crecer como la espuma.




     (1928) El 11 de Agosto fallece la esposa de José a los 35 años de edad. Nada se sabe sobre las circunstancias del óbito ni de la sepultura, salvo que fue en Paris. Únicamente el portal "Find a Grave" arroja alguna luz sobre el asunto: "Por desgracia se suicidó. Curiosamente, su hija María también se suicidó en 1946." Esta información disipa una posible confusión de la madre con la hija.

     Ese mismo año, en Octubre, José debuta en Filadelfia (EEUU) bajo la batuta de Stokowsky.



        (1929) Nuestro hombre se presenta en Nueva York; lleva consigo a su hija de 7 años. Le precedía su fama de excelente concertista con recitales en las más prestigiosas salas de Europa. Decidió afincarse en aquel País y dedicarse a la Dirección de Orquesta. Las dudas de los críticos sobre su capacidad para pasar de la ejecución a la dirección quedaron despejadas en cuanto empuñó la batuta por primera vez. Su fama se acrecentó y dirigió sucesivamente la Filarmónica de Nueva York, la de Rochester, la Orquesta de Filadelfia, la Sinfónica de Chicago y la Orquesta Iturbi, fundada por él mismo. José Iturbi, ya famoso, lleva de este modo la Música Clásica a un público ansioso de Cultura, en un País donde se multiplican conservatorios, orquestas y bandas. La Radio es un medio poderoso que colabora divulgando la obra de los grandes maestros.

     



     (1930) José regresa momentáneamente a París. da conciertos por Europa. Durante toda su vida cruzará el charco con frecuencia, bien por vacaciones o bien para atender compromisos profesionales. Era también muy popular en toda Europa. 

     (1931) Estando en París junto a su hermano, Amparo tiene una hija. Se había casado un año antes con el exportador de naranjas Enrique Ballester, del que se separó poco después. Ni se divorció, ni se volvió a enamorar jamás ni tuvo más descendencia. Amparo Ballester Iturbi, fruto del matrimonio, dirigió años más tarde una Compañía de Flamenco. 

    (1936)  José Iturbi es nombrado Director Titular de la Orquesta de Rochester. Permanecerá en ese puesto hasta 1944 siendo el primer Director que graba discos con dicha agrupación. Su hija, Amparo Iturbi Giner, se casa con el violinista Stephen Hero. Protegido y promocionado por su suegro, había conseguido cierto prestigio.


                     


     Como se verá en detalle más adelante, Iturbi era piloto de aviación, tenía su propio aparato y ese mismo año hubo de realizar un amerizaje de emergencia entre las islas Trinidad y Tobago. Ganó la costa a nado y todo fue bien salvo una lesión en una mano; tardó un año en poder actuar de nuevo. 

 

José Iturbi y su Howard.

                                 


     (1937) Amparo Iturbi Báguena deja Paris para trasladarse a los Estados Unidos en el paquebote Ille de France. Lleva consigo a su hija de seis añitos y a su madre. En los dos meses siguientes a su llegada debutará en Detroit y actuará para la radio. Después vino su debut en el Carnegie Hall de Nueva York. A partir de este momento le llueven las ofertas de conciertos y actuaciones radiofónicas. Como su hermano, se traslada a Los Ángeles. Acompañados por la Orquesta de Filadelfia, actuarán juntos por vez primera interpretando el Concierto para dos pianos y orquesta en Mi bemol de Mozart. Durante el año siguiente, José  tocó en 35 conciertos por toda América del Sur. 


"Amparo Iturbi, una buena pianista de afamado apellido."
 Hollywood 1938.

      
        (1941) María Hero (de soltera María Iturbi), obtiene el divorcio de su marido y la custodia legal de las dos hijas habidas durante el matrimonio (María Antonia y María Teresa). Se establece que el padre las tendrá tres meses al año. EE.UU entra en la II Guerra Mundial tras el bombardeo de Pearl Harbour. Iturbi se presenta como voluntario en el Ejército del Aire: había hecho 3 viajes transcontinentales con su propio avión. Su solicitud fue desestimada debido a su edad: tenía ya 46 años. 


El Howard DGA 8 de Iturbi, bautizado como "Turia".


 
         (1943) José Iturbi lleva a su hija ante la Ley y obtiene la custodia de las niñas alegando que su madre no está en condiciones de cuidarlas correctamente. Vivían en el 707 de Hillcrest Drive, en Hollywood. Su hija, contrariada, se emplea en un drugstore y se lleva consigo a las niñas. Más adelante volverán las tres a la casa paterna.
         Muy lejos de allí, en Valencia, el compositor Moreno Gans y el concejal de Cultura Martín Domínguez crean la Orquesta Municipal de Valencia y comienzan los ensayos de la agrupación.





        También este año y debido a su enorme popularidad, José Iturbi debuta en el Cine. Existía en el público estadounidense una enorme afición hacia la música clásica y, al igual que con las estrellas de la Radio o el Cine, cada quien tenía sus intérpretes favoritos; José Iturbi era entonces uno de ellos. Fueron apariciones en al menos 7 cintas desde 1943 hasta 1951. En ellas sus actuaciones consistían en interpretarse a sí mismo tocando el piano o dirigiendo una orquesta,  aunque en ocasiones sus personajes tenían más empaque dentro de la trama, pero siempre relacionados con la música y con su propio nombre. Era ya un cliché a incluir en los films y hacerlos más atractivos: El público esperaba verle tocar el piano, al igual que en las comedias de los hermanos Marx siempre aparecía Harpo tañendo su arpa todo serio, o aquellas en las que Deanna Durbin se sentaba ante el piano, o las de Fred Astaire y Ginger Rogers que bailaban rumbo a Río ante un público boquiabierto. La primera película de José Iturbi fue Thousands Cheer que aquí se tradujo como El desfile de las estrellas, pensada para elevar la moral de las tropas. Entre otros intérpretes encontramos a Gene Kelly haciendo de trapecista.

La escena que abre el film, tras los créditos.



Con John Boles y Cathryn Grayson.


        (1944) Un año prolífico en la filmografía de José Iturbi ya que, además de dar conciertos sin descanso, se puso ante las cámaras en tres películas. La primera fue Adventure in music, un producto didáctico-musical, con variadas ejecuciones de piezas clásicas. Permitió al público que no tenía acceso a las salas de prestigio, disfrutar de un variado concierto de la mano del músico más popular y admirado del momento. Su aportación a la banda sonora del film biográfico  de Chopin A song to remember, tocando su Polonesa en La bemol le reportó 118.000 dólares en concepto de comisión por la venta de la grabación. Algo parecido sucedió con su disco interpretando  el Claro de Luna de Debussy. Recibió por ellos dos discos de oro. 





            La segunda cinta, titulada originalmente Music for millions, fue para los españoles Al compás del corazón. Melodrama con niña estrella, narra las trapisondas de una orquesta integrada por mujeres que va de acá para allá, intencionadamente concebida para animar a las tropas durante la II Guerra Mundial. Un mensaje escrito al final de la película así lo explicaba.




      
    
   

        El año se cerró con otro estreno: Two girls and a sailor, título que se tradujo fielmente para los espectadores españoles: Dos chicas y un marinero. Fue una de las cuatro películas en que intervino Amparo Iturbi tocando a dúo con su hermano, aunque no la encontramos en los créditos iniciales. Xavier Cugat y su orquesta también aparecen en el reparto. 

                 
 



 




      (1945) Nueva aparición en el Cine, quizá la más popular para el público en general: Levando anclas. José Iturbi compartió reparto con Kathryn Grayson, Frank Sinatra y Gene Kelly. La película arranca con él dirigiendo la banda de la marina estadounidense en la cubierta de un portaaviones.




 

Cartel original de Levando anclas.

Iturbi y Frank Sinatra.

Con la protagonista femenina Cathryn Grayson.

 
   La Segunda Guerra Mundial terminará este año. José Iturbi, íntimamente ligado a su nación adoptiva (aunque nunca renunció a la nacionalidad española) había participado junto a su hermana, como tantos y tantos artistas estadounidenses actuando en favor de las tropas. Colaboraron con la United Services Organizations, (la USO, creada para elevar la moral de los soldados) tocando por todo el mundo, incluidas las zonas de guerra y sumando 304 conciertos dados durante 7 meses. Eso sin contar los otros conciertos, ofrecidos en hospitales a heridos y convalecientes.   


             
 

Con Fred Astaire, Harpo Marx y Lucille Ball.


       (1946)  Su hija María se suicida de un disparo en la cabeza,  provocando un alud de cotilleos y morbo por todo Beverly Hills. Iturbi, que se encontraba ensayando, escuchó la detonación y corrió escaleras arriba para encontrarla mortalmente herida. Se cambiará de casa instalándose en el 913 de Bedford Drive junto a sus dos nietas. La desgraciada María se había casado a los 18 años; su muerte se produjo diez años después.

 

El domicilio de José Iturbi en Bedford Drive.

       José Iturbi es cada vez más rico y famoso. Sus ingresos debían ser acordes con la casa que compró y cuyos interiores reproducimos a continuación. Esta casa en Beverly Hills la había decorado la famosa interiorista Elsie de Wolfe en 1936 por encargo de la Condesa Doroty di Frasso, su propietaria. Después fue alquilada por Marlene Dietrich, quien nunca la habitó. Iturbi la compró a su dueña en 1947. He aquí unas imágenes del interior de la mansión, de cuyas paredes colgaban pinturas de Murillo, Bracque, Toulouse Lautrec, Zuloaga y un largo etcétera:


      


        Ese mismo año termina con el estreno de su quinto film: Festival en México. Además de otros actores más o menos famosos, comparte de nuevo reparto con un catalán universal: Xavier Cugat. En esta cinta, Iturbi demuestra su versatilidad abandonando momentáneamente las habituales piezas clásicas para tocar un boogie-woogie.



        
Ilona MasseyWalter Pidgeon en Festival en México.


     (1947) El viudo de María, Stephen Hero, aprovechando que Iturbi estaba en plena gira europea, raptó a sus hijas y se las llevó, viajando bajo el falso nombre de Frank Startz hasta Nueva York, donde residían sus padres, causando un nuevo revuelo mediático. A las preguntas de la Prensa responde que su abuelo podía proporcionarles a las niñas todo lo que necesitasen, salvo el cariño de un padre. Tras el consiguiente litigio, la Ley terminó por darle la razón. Iturbi y Hero resolvieron sus diferencias y las niñas se quedaron con su progenitor.

 


  

     (1948) En España se le concede la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.

     Mientras tanto en Hollywood se estrenan dos películas más con IturbiSong of my heart y Three daring daughters, o sea: Tres hijas de cuidado, o Tres hijas difíciles, pero proyectada aquí con el título Tres chicas atrevidas. Quizá sea la cinta en la que Iturbi ostenta mayor protagonismo, junto a Jeanette Mc. Donald, Jane Powell y Elinor Donahue además de otros rostros populares de Hollywood. Representa a un famoso músico (siempre con su propio nombre, ya se ha dicho) pianista y Director. que durante un crucero se enamora de una señora -supuestamente- casada con un hombre del que se desconoce el paradero y además con tres hijas que complican la comedia ya que en principio no aprueban el nuevo amor de su madre. Al final todo se arregla: Resulta que el marido desaparecido se casó en Marruecos años atrás y las niñas aprueban el elegido por su madre. También aparece en esta película Amparo Iturbi tocando a dúo con su hermano. 


    








    (1949) 17 de Abril. Presenta en Madrid en el Teatro del mismo nombre a la Orquesta Municipal de Valencia. Fue el arranque de una gira por el resto de España (Barcelona, Zaragoza, Alicante y Tarrasa) que, bajo su batuta, dio a dicha agrupación el espaldarazo con repetidos éxitos nacionales. El 24 de Junio encontramos a su Director en Valencia, recibiendo el homenaje del Consistorio y de la Orquesta Municipal, que le nombró Director Honorario Perpetuo.




Estrechando la mano a López-Chavarri.
 En el centro, Doña María Jordán.
        

        Mientras tanto, en la Meca del Cine se estrena otra película: That midnight kiss, para los españoles El beso de medianoche. Concebida para el lucimiento del tenor Mario Lanza, se completó con la actuación de un José Iturbi (más actor, aunque siempre como él mismo), y con la presencia de nada menos que Ethel Barrymore. Mario Lanza, de ascendencia italiana, había nacido en Pensilvania pero curiosamente falleció en Roma. 

 

  

Mario Lanza y José Iturbi en una escena de la película.



     Conviene aquí hacer un pequeño inciso a propósito de las visitas de José Iturbi a Valencia. Hemos leído con frecuencia que pasaba temporadas en una finca que adquirió en Burriana, conocida como La cotorra. No hay motivo para dudar de dicha información, pero en la Red no hay el menor rastro. Enviada la pertinente consulta a la Alcaldía de Burriana, no tenemos respuesta por el momento. Si la casa terminó por desparer, habría sucedido lo mismo que con San Quintín, el chalet de Benito Pérez Galdós en Santander. Por otra parte, en una entrada de Facebook encontramos una casa ubicada en la calle San Gregorio de Torrent. La misma fuente asegura que José Iturbi visitaba allí con frecuencia a "sus hermanas". Aparcaba -y en esto coincide todo el mundo- su lujoso Rolls Royce en la puerta. En ese caso, pasarían allí algún verano Amparo, de vacaciones en España, junto a su hermana Teresa.  



    

    (1950) Demostrada la valía de la Orquesta Municipal de Valencia, José Iturbi promueve una exitosa gira de dicha agrupación por el extranjero. En Febrero de ese año se presentan en el Royal Albert Hall de Londres. 



     (1951) José Iturbi se pone por última vez ante las cámaras. La película fue Diego Silang, y en ella se narraban las aventuras y desventuras del héroe filipino del mismo nombre, conspirador con Gran Bretaña para independizarse de España.

     Ya en aquellos tiempos algunos periodistas cumplían el refrán: cuando no tenían nada que hacer mataban moscas con el rabo. De este modo, en 1951 la revista Time publicó un artículo titulado ¿Qué le pasa a José? en el que se subrayaba que tocaba el piano mecánicamente y que su único interés era ganar dinero. Hemos de decir que en el mundo de la música sinfónica estadounidense no se veía con buenos ojos su faceta de actor cinematográfico. Él mismo declaró en más de una ocasión que algunos colegas se ofendieron y otros no le hablaron a partir de su incorporación al Cine. 
 


 

    (1954) El 4 de junio José Iturbi, de nuevo en España, da un recital en el Teatro Cervantes de Alzira. Utilizó un piano Baldwin "expresamente traído de los Estados Unidos para la ocasión". Naturalmente fue un éxito que reunió a lo más granado de la sociedad local. 



        (1956) Amparo Iturbi "Ciudadana Honoraria" de Texas por su contribución a la enseñanza de música clásica.

    (1957) Riada de Valencia. El 14 de octubre llueve con tal intensidad que el río Turia se desborda a su paso por la ciudad. También Alboraya sufrió las consecuencias y Sagunto se inundó al salirse de madre el barranco de Carraixet. La riada causó 81 muertos además de muchísimos daños materiales. El alcalde de Valencia, Tomás Trenor Azcárraga se enfrentó al Gobierno del general Franco por la falta de ayudas, lo que le valió algo malo y algo bueno: fue destituido por enfrentarse al dictador, pero consiguió llamar la atención sobre lo ocurrido y se activaron de verdad algunas ayudas. Todavía hay valencianos que no olvidan su valentía y entrega.


A la izquierda el Teatro Principal de Valencia.

 
          

           La Orquesta Municipal de Valencia, bajo la batuta del célebre Director, dio una serie de conciertos benéficos por toda España  para recaudar fondos para ayudar a los damnificados. Uno de los conciertos más productivos fue el que se dio, con la misma intención, en Nueva York. Actuaron juntos los hermanos Iturbi y la -famosa y ya retirada- cantante de Ópera Lucrezia Bori, también valenciana.  De aquí y de allá se recaudó bastante dinero. 900.000 pesetas de las de entonces fueron la contribución de Iturbi actuando por España. Se dieron en total 113 actuaciones, entre las benéficas y las ya contratadas por el extranjero. Más adelante, la agrupación comenzaría a denominarse simplemente Orquesta de Valencia.

 

Lucrezia Bori cuando era "la reina del Met".
Sus restos sí descansan en el Cementerio de Valencia.

 

        (1958) Amparo Iturbi recibe en España el título de Dama de la Cruz de Isabel la Católica.

      (1962) Concierto de José en el Royal Albert Hall de Londres. El entusiasmo del público le obligó a interpretar tres bises. Tenía 67 años.       

        (1966) En marzo, actuación de José Iturbi en Moscú. En mayo, la ciudad de Los Ángeles le ofreció un concierto para celebrar su 70 cumpleaños. Dirigió Franz Waxman con Iturbi al piano.  


En Moscú. 


        (1967) Compone la música para el capítulo dedicado a Valencia y titulado Entre naranjos, Valencia, de la serie de TVE Conozca Vd. España. También este año sufre un ligero ataque al corazón, incidente que no le impidió aceptar el nombramiento de Director de la Orquesta Sinfónica de Bridgeport (Connecticut).  


Con su inseparable pipa.

     (1968) En España se le concede la Medalla de Oro al Mérito al Trabajo. Acepta la dirección de la Orquesta de Calgary, en la provincia de Alberta (Canadá). Y poco después, le nombraron Director principal de la Orquesta Sinfónica de Alburquerque (Nuevo México).  

      (1969) El 22 de abril, Amparo Iturbi fallece de un tumor cerebral en su casa de Beverly Hills. Tenía 70 años. Sus restos descansan en el Cementerio Holy Cross de Culver City, Los Ángeles. Un mes más tarde, José renunció a dirigir dos de sus orquestas habituales. Y en 1970 un nuevo reconocimiento para José Iturbi:  Miembro honorario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. 

         (1975) José cumple 80 años y lo celebra con un concierto junto a su antigua orquesta: La Filarmónica de Rochester. Allí, en el Avery Fisher Hall de Nueva York, dirige e interpreta al piano. La crítica alaba su trabajo y afirma que parecía tener la mitad de los años que cumplía.



 

     (1979) Noviembre. José Iturbi pocos días antes de cumplir 84 años, concede una larga entrevista en su mansión de Beverly Hills; en ella conoce y aprueba agradecido la propuesta de que en Valencia se establezca un concurso de piano que lleve su nombre. Se gestiona un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York para conmemorar su  debut  en el prestigioso auditorio 50 años antes. Pero su salud comenzó a flojear y el concierto nunca se celebró. 



 

        (1980)  En marzo de este año, los médicos le sugirieron que se tomara en serio su salud con un tranquilo año sabático. Pese a ello, a finales de junio ingresó en el Hospital Cedros del Libano. Murió pocos días después, el 28 de junio. Se estima que a lo largo de su vida dio  más de 8.000 conciertos. Fue enterrado en el Cementerio Holly Cross de Culvert City, California, donde él mismo había enterrado a su hija y a su hermana. Se dice que había expresado su deseo de ser enterrado con un puñado de chufas en la mano y envuelto en la Senyera, y al parecer así se cumplió. Un poco pintoresco pero no tenemos porqué dudarlo:


     


 Había bautizado como Turia su discográfica y también al avión de su propiedad. Demostraron sobradamente tanto ella como él su amor por Valencia y sus gentes. No obstante, ninguno de los dos dejó instrucciones para que sus restos reposaran en su ciudad natal. 



 


           

                Ahora que se viaja tanto y sin temor a las distancias, si alguien se encuentra en Los Ángeles, California, y su admiración por tan ilustres valencianos le anima a ello, puede visitar el Holy Cross Cemetery. Hay que ir a Culvert City, que está a unos 20 minutos de L.A. Una vez allí, deberá dirigirse al Mausoleo y buscar el bloque 16. Tras una reproducción de La Piedad, hay una sala iluminada con un cristal helado en el que se lee "You indeed have sorrow now, but..." Allí encontrarán las lápidas cuyas fotografías exponemos. 

    Y vamos con las anécdotas. Están todas en la Red. Destacaremos que desde 1980, José Iturbi tiene una placa en el Paseo de la Fama en Los Ángeles.



        Si algún lector se pregunta: ¿Y de amores, qué?. Pues allá vamos con los datos que hemos encontrado: A parte de su desgraciada esposa, María Giner, fallecida en 1928, tuvo una breve relación con Abigail Adams, otra con Ruth Chatterton y también con Marion Seabury. Se le atribuye igualmente un pequeño lío allá por 1944 con Marlene Dietrich.

Con Marion Seabury en México D.C. en 1948

         Su relación más duradera fue con la Seabury, su secretaria y compañera durante muchos años y que al final le sobrevivió. Como heredera, creó la Fundación Iturbi. A su fallecimiento se subastaron la casa y patrimonio del músico para proporcionar fondos a la Fundación, que siguió en marcha. 
        Más anécdotas -que insistimos, están en la Red- hablan de un Iturbi polémico, tanto por sus ocasionales declaraciones como por su intransigencia de divo ante un concierto o una grabación. Al parecer llegó a alabar el Régimen de Franco, o a afirmar que las mujeres tienen una deficiencia que siempre les impedirá llegar a lo más alto.  
         En 2007, la escritora norteamericana Melanie J. Hughes, admiradora y seguidora del mito Iturbi, donó al IVAC una serie de cortometrajes en los que aparece el Maestro hablando e interpretando alguna pieza al piano. Las había comprado a un coleccionista pero quiso que terminasen en Valencia. 
  
     Amparo coincidió con su hermano en cuatro de las películas que protagonizó éste, pero apenas se la menciona. Las vamos a enumerar aunque alguna ya se ha informado más arriba: 

1944-  Two girls and a sailor.
1946.- Hollyday in México.
1948.- Three daring daughters.
1949.- That midnight kiss.

     Era una mujer muy especial, fumadora empedernida, con vocación docente, honrada por Estados y Universidades....pero víctima del machismo mediático de la época. Aun así, cuando ella ya era una estrella en los Estados Unidos, en España y algún que otro País europeo la mujer era un cero a la izquierda, a menudo maltratada, ninguneada y víctima de mil trabas para triunfar en caso de tener algún talento especial. 

        Existen en Valencia dos calles dedicadas a los célebres hermanos. También hay Concurso Internacional de Piano, una sala del Palau de la Música, y el nombre del Conservatorio Municipal de Música de la Ciudad lleva el nombre de José. Las gentes del mundo de la Música los han tenido en cuenta, el público no demasiado. Esta Entrada se ha confeccionado para tratar de corregir ese olvido.


Nota: el nombramiento de 1970 fue como Miembro Honorario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. (arriba está incompleto por caprichos de la informática).