Esta va a resultar, quizá, la Entrada más extensa de nuestro Blog. No hace falta decir que en la Red -y también en numerosos libros- existe ya abundante información y testimonios sobre Sierra de Teruel, (1938/1939) película producida en su mayor parte con fondos de la República Española con un equipo mixto formado por españoles y franceses. Como seguramente sabrán muchos lectores, la película narra uno de los varios episodios de nuestra Guerra Civil aparecidos en el libro L'Espoir (exactamente en su tercera parte), del francés André Malraux vividos por él mismo durante la Contienda. Se publicó en 1937. La vocación de este Blog -ya lo hemos dicho en varias ocasiones- es la de divulgar algunos films de los que quizá se haya oido hablar, pero que no se han visto, incidiendo especialmente en determinados detalles y anécdotas. También tratamos de proporcionar una visión de los argumentos valiéndonos de una selección de imágenes. Comenzaremos con una breve semblanza del autor (el adjetivo es quizá exagerado), de su historia personal, en ocasiones rocambolesca y de cómo terminó en España implicándose seriamente en la Guerra Civil desde el bando republicano.
Nacido en París en 1901, a los 18 años dio por terminados sus estudios y comienzó a frecuentar la Escuela de Lenguas Orientales, en la que, no obstante, no se llegó a matricular. Por aquel entonces tuvo relación con los vanguardistas: Breton, Aragon, Eluard, Jacob y Gide, entre otros. En 1921 se casó con la que fue su primera esposa -contrajo matrimonio tres veces durante su vida- Clara Goldsmith, de origen judío. En 1923 marchó a Camboya -según se ha dicho- para traficar con antigüedades. Fue descubierto y procesado pero, aunque nunca llegó a cumplir pena de prisión, aprovechó el proceso para denunciar el estado del patrimonio arqueológico y sobre todo, la segregación racial en Indochina. En 1926 le cerraron el periódico (Indochina encadenada) que él había utilizado para proteger a la población autóctona contra el colonialismo. Su implicación en la defensa de los más débiles influyó poderosamente en su libro La condición humana, publicado y distinguido con el Premio Goncourt el año 1937.
El 20 de Julio de 1936 se subió en París al último avión con destino a Madrid, ignorando si la capital de España estaba todavía bajo control republicano o había caído en manos de los militares rebeldes. Malraux había estado en España el año anterior, como turista, y no hablaba ni una palabra de nuestra lengua (Otras fuentes le sitúan en Madrid ya el 17 de Mayo como delegado de la Asociación Internacional en Defensa de la Cultura). Su instinto y su inclinación comunista le hicieron ver la importancia capital de aquel conflicto, su peso en la lucha contra el fascismo, que crecía amenazadoramente por aquellas fechas. En Madrid, José Bergamín le puso en contacto con el Gobierno Republicano y éste le encargó una misión: la compra en Francia de los aviones necesarios para hacer frente a la aviación rebelde, ya que casi todos los pilotos, civiles y militares, se habían unido al otro bando con sus aparatos. Malraux cumplió satisfactoriamente su misión, reclutando además el personal necesario -mercenarios, pilotos civiles y voluntarios- para hacer volar los aviones: 14 cazas D-372 y 6 bombarderos Potez 540. Formada la escuadrilla, a la que bautizó Escuadrilla España, se le confió su mando a pesar de que él mismo no era piloto.
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Malraux -en el centro- con los miembros de la Escuadrilla España. |
Tras meses de preparación sí participó en varios raids aéreos de la escuadrilla en Madrid, Albacete y Valencia hasta que un accidente sufrido en el aeródromo de Chiva le impidió volver a volar. Antes de la llegada de los rusos, con los que tuvo algunos desencuentros por la inspiración más bien libertaria de su escuadrilla, licenció a los mercenarios y se quedó únicamente con pilotos voluntarios. Existen otras versiones menos benévolas.
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Malraux junto a uno de los 6 bombarderos Potez 54 que se trajo de Francia. |
Y pasamos ya a Sierra de Teruel. La primera idea argumental se basaba en relatar un episodio de la novela L'Espoir en el que un bombardero republicano, al regresar de una misión, se estrella en las montañas de la sierra turolense. Hemos leído que en septiembre de 1936, un campesino llegó a cruzar las líneas e informó haber visto un campo de aviación de los rebeldes en Olmedo. También se ha publicado que uno de los bombarderos de la Escuadrilla España fue atacado en Valdelinares por aviones enemigos, yendo a estrellarse en las proximidades de Mora de Rubielos. Y que Malraux montó una operación para rescatar a los tripulantes, en su mayoría muertos o heridos, subiendo al lugar del siniestro por un camino de mulas. Como aquel relato no daba para llenar un largometraje convencional, se complementó añadiendo algunos episodios relacionados con el ya mencionado, proporcionando al conjunto el suficiente empaque. Se rodó con un equipo mayoritariamente francés salvo excepciones como Max Aub que hablaba francés a la perfección y
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Malraux -a la izquierda- y Max Aub. |
que asistió en todo momento a Malraux; los operadores segundo y tercero Manuel Berenguer y Jaime Piquer; el escenógrafo Vicente Petit y un puñado de asistentes entre los que destacaron tres secretarias españolas de las que hablaremos en su momento. En la cabecera digamos
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Las tres secretarias españolas |
oficial, el Director era el propio André Malraux, con Denis Marion como Ayudante (y el imprescindible intérprete Max Aub, que transmitía las instrucciones del Director a actores y equipo y que además asumió muchas otras tareas). Como escenógrafo consta Boris Peskine; la fotografía estaba a cargo de Louis Page (famoso por ser capaz de trabajar en las peores condiciones) y Georges Grace figuraba como responsable del montaje. La música, que aparece sólo en las escenas finales, era obra de Darius Milhaud.
El rodaje se llevó a cabo principalmente en Barcelona, Tarragona, Collbató y Banyuls en unas condiciones sumamente complicadas. Los Estudios estaban en Montjuïch, a los que únicamente se podía acceder en automóvil. Faltaba de todo: película virgen, trípodes, baterías para el camión de iluminación (Max Aub hizo algún viaje a París para conseguirlas) automóviles para algunas escenas o para el transporte de medios de rodaje y un sinfín de elementos precisos para rodar aprovechando el poco tiempo que quedaba. Hubo complicaciones en la construcción de decorados, en la necesaria colaboración (La Seguridad Militar compartía los locales y no atendían más que a sus propias necesidades) y lo peor: los cortes de luz que impedían trabajar en el interior de los estudios. Los encargados del suministro eléctrico, siguiendo instrucciones para la ocultación de la ciudad, lo cortaban cada vez que había una alarma de bombardeo nocturno -al menos una diaria- pero inexplicablemente cortaban también el suministro en caso de alarmas diurnas. era necesario enviar el negativo impresionado a Pathé de París y éstos devolvían el positivo correspondiente. En fin, muchas complicaciones encabezadas por la peor: el ejército rebelde les pisaban ya los talones. En una ocasión, Andre Malraux no pudo evitar estas palabras: "Esta película debería titularse Canto fúnebre por los muertos de la Guerra de España". Gran parte del equipo humano con todo el material posible, huyó hacia la frontera francesa al ser tomada Barcelona. El rodaje de algunas escenas imprescindibles y la post-producción se hicieron en Francia, una vez evacuados.
Y vamos a presentar a los protagonistas, alguno de los cuales no aparece en ningún reparto accesible en la Red, ni en los créditos del film ni en las muchas monografías sobre éste. No queremos que se pierda su memoria y trataremos de rescatar del olvido a cuantos nos sea posible. Comenzaremos por los aviadores:
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Para el rodaje, el coche se consiguió en un desguace, sin motor, y hubo que empujarlo cuesta abajo. |
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Los valerosos Carral y Agustín, a punto de estrellarse contra el cañón. |
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Los guerrilleros consiguen huir gracias a la estratagema de Carral. |
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José habla con el Alcalde, el cual le envía a al campo de Cheste para que ayude a los aviadores. |
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"Yo sé dónde está escondido el campo de aviación" |
Y llega el momento para el Comandante Peña de analizar la situación. Piensa bombardear no sólo el aeródromo de los facciosos, sino también el puente de Linás. Y ha de hacerse a primera hora de la mañana, para pillar desprevenidas las defensas enemigas.
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¿Reconoce el terreno? ¿Vé algo? |
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"¡Ahí está. Ese es el campo.!" |
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Destrucción de la pista de aterrizaje. |
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Bombardeo del puente. Al igual que en la foto precedente, para estas escenas se utilizaron imágenes de archivo. |
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Las cumbres de Montserrat, figurando ser los montes turolenses. |
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Montserrat, proyectado tras la carlinga del avión. Se rodó desde el funicular que da acceso al Monasterio. |
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Se ha considerado estas escenas como una representación del clásico "Descendimiento" |
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Parte del cortejo. |
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Attignies herido y desfigurado. |
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Vista parcial del cortejo de paisanos que acuden al rescate. |
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La afamada "Z" de la película. Para componer esta cadena humana se contó con la ayuda de numerosos soldados francos de servicio. |
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Plaza de Villefranche-Rouerge. |
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Varian Fry, conocido como El Rescatador, o el Schindler de los intelectuales europeos, consiguió sacar de la Francia ocupada entre 2.000 y 4000 personas. |
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Schumann saluda sentado desde un Jeep tras la liberación. Delante de él, el General Charles De Gaulle. |